Buenos días, eminencia. —Buenas noches, Nepote. —¿Apeamos el tratamiento? —Pues sí... Suena maloliente. —Y, sobre todo, ahorramos en caracteres. ¿vale?
¿Que cuánto vale? Nada, es gratuito. Me pareces algo besugo. Pues no, que soy sardina del Cantábrico....