Ni sí ni no, sino lo contrario
Casi siempre encontramos entre los que dialogan algunos indefinidos, que intentan sobresalir en sus exposiciones, pero sin embadurnarse demasiado, porque se les puede ver el plumero. Solamente consiguen, para su pesar, llevar la contraria. Que tú dices esto, pues ellos lo contrario. Su muletilla habitual y preferida suele ser “sí, pero...” Algunas veces intentan aparentar condescendencia, aunque, realmente, lo que pretenden es suavizar su testarudez a base de parches de apariencia comprensiva. De esta manera se auto redimen del vicio de la petulancia y de la lengua cáustica. Esta medida, en principio, desvela cierta agudeza, al reconocer su debilidad, porque es de endebles creer que lo de uno es lo único real y posible. Habría que profundizar en estas actitudes... Podría tratarse de complejos —tan presentes entre los humanos de cualquier época—, de inseguridades, de necesidad de llamar la atención, al ser unos desconocidos más... “Eh... que estoy aquí, que no me hacéis caso... Que yo sé de esto más que tú, o que tú... Esto es blanco, pero sólo un poco...” Cuesta trabajo pensar que solamente es cabezonería... Hay mucho más de oscura escabrosidad. Me inclino porque sean complejos difíciles de superar.
Si estas extrañas maneras se formulan con sensatez y prudencia, o sea, inteligentemente, es posible que los contertulios acepten estas otras opiniones variadas y hasta compatibles. Lo más triste está en dejarse dominar por la terquedad hasta perder la cordura. En tal caso es previsible la postergación y descortesía de los demás, quienes, siempre que pudieran, escurrirían el bulto en el mejor de los casos, por tal de no batallar con ellos. Estoy seguro de que todos conocemos algún caso. Como también opino que el respeto que nos inculcaron en nuestra educación nos inclina a “sufrir con paciencia las flaquezas de nuestro prójimo”, como aprendimos en las obras de misericordia, que se estudiaban en el Catecismo. Que quede claro que de estas formas no se salva nadie, pero en algunos casos se nota más que en otros.