Culpable de asesinato el hombre que degolló a su hermana en Mancha Real

Pasaban unos minutos de las diez de la noche y Lucas P. R., acatando la orden de la magistrada presidenta del jurado, se ha puesto de pie y ha avanzado, cabizbajo y de manera pesada, hasta el centro de la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Jaén. Estaba acusado de asesinar a su hermana Manuela tras degollarla con un serrucho en plena calle de Mancha Real, cerca de la casa de la víctima, el 25 de septiembre de 2020, por la tarde. Sin inmutarse, con la mirada en todo momento hacia el suelo, ha escuchado el veredicto del jurado popular: culpable del delito de asesinato con los agravantes de parentesco, alevosía y ensañamiento; culpable del delito de quebrantamiento de la orden de alejamiento hacia la víctima, culpable de un delito de amenazas a su madre, culpable de un delito de atentado a la autoridad y culpable de dos delitos de lesiones a sendos agentes de la Guardia Civil durante su detención el día de marras. El veredicto se ajusta prácticamente al cien por cien a la calificación de los hechos que habían elaborado las dos acusaciones particulares —una del marido y las tres hijas, y otra de la madre y las dos hermanas de Manuela—, excepto por el delito de amenazas contra una de las hermanas. Cabe resaltar que la Fiscalía, que en un primer momento no contemplaba el agravante de ensañamiento, se ha adherido a la calificación de ambas acusaciones. Inicialmente, el Ministerio Público pedía 27 años de cárcel para Lucas P. R., y las acusaciones particulares, 32.

Ha sido el desenlace de una larga semana de juicio que comenzó este lunes por la mañana y se ha alargado durante cinco maratonianos días. Como si ya se tratara de un ritual al que hubiera que guardar fidelidad, hoy ha habido que esperar casi a última hora del día para conocer la resolución de este dilatado proceso. Por la mañana, la magistrada había entregado el objeto de veredicto a los nueve miembros del jurado popular, que comenzaron a deliberar sobre las dos de la tarde. Les han bastado menos de siete horas para tener listo el veredicto.

ACUSACIÓN. La Fiscalía y las dos acusaciones particulares defendían que Lucas P. R. abordó por la espalda a su hermana portando un serrucho de 44 centímetros y, “con clara intención de causarle la muerte”, la tiró al suelo, la inmovilizó, le agarró por el pelo y le serró el cuello “en reiteradas ocasiones” hasta degollarla y acabar con su vida.

DEFENSA. Lucas P. R. declaró que había sido víctima de constantes humillaciones por parte de sus hermanas desde la infancia y que recibía numerosas denuncias falsas de Manuela. Además, culpó al consumo de alcohol y drogas de todo cuanto aconteció el 25 de septiembre de 2020. La defensa sostuvo desde el primer momento que el condenado sufrió un trastorno mental transitorio.

PRUEBAS. Testigos presenciales aseguraron que Lucas P. R. estaba sobre su hermana inmovilizándola y que le serró el cuello con una herramienta de podar en diversas ocasiones. Varios forenses descartaron que las heridas que tenía la víctima se pudieran haber producido de forma accidental y explicaron que la muerte de Manuela fue “agónica”.

“Estamos muy satisfechos jurídicamente, pero no alegres: Manuela no podrá ser devuelta a su familia”

“Estamos emocionados. Se ha podido hacer, por fin, justicia”. Francisco Manuel del Águila Ayllón ha representado en el juicio a la madre y las dos hermanas de Manuela, la víctima, que ejercían una de las dos acusaciones particulares. Emocionado, celebraba el veredicto después de que el jurado popular diera lectura al mismo. Nada más escucharlo, se abrazó con Minerva Buendía Colmenero, la letrada que representaba al viudo y las hijas de Manuela, que ejercían la otra acusación particular. “Jurídicamente estamos muy satisfechos, pero no podemos estar alegres porque Manuela nunca va a poder ser devuelta a su familia. Esto ha sido una tragedia de magnitudes tremendas”, manifestó la abogada, quien mostró su agradecimiento al jurado popular, de cuyos miembros dijo que estuvieron “impecables” durante todo el proceso, y al Ministerio Fiscal, por la “compenetración” con las dos acusaciones particulares. “Estaba de acuerdo con nosotros casi al cien por cien de nuestras peticiones”, recordó. Es más, al final acabó adhiriéndose a su calificación de los hechos de manera plena. “Ha sido un trabajo muy duro, hemos tenido jornadas muy largas empezando a las nueve de la mañana y saliendo, menos un día, más tarde de las diez de la noche”, expresó, e hizo hincapié en su satisfacción “jurídica” por el desenlace del caso.