Así escoltaron los antiguos legionarios a la Virgen del Pilar en su marcha por Guadalimar
La imagen recorre las calles y vuelve a su templo al son del “Novio de la Muerte”

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La mañana del 12 de octubre amaneció luminosa en Guadalimar para recibir la procesión de Nuestra Señora la Virgen del Pilar. Aunque estaba previsto que el cortejo comenzara a las 10:30 horas, la salida se retrasó unos minutos, iniciándose finalmente a las 10:45. Desde la puerta de la pequeña parroquia que lleva su nombre, la imagen fue alzada entre aplausos y sones solemnes de la Sociedad Filarmónica Santa María del Alcázar de Baeza, que marcó el ritmo de un recorrido que se prolongó durante algo más de una hora por las principales calles del pueblo.
A medida que avanzaba la procesión, el número de fieles fue creciendo. Muchos vecinos, que aguardaban al paso de la Virgen desde sus puertas o balcones, se unieron espontáneamente al cortejo, llenando las calles de Guadalimar de devoción y emoción. Por primera vez en su historia, la Virgen del Pilar estuvo escoltada durante todo el trayecto por la Hermandad de Antiguos Legionarios de Linares, un grupo formado por veteranos de distintas ramas del Ejército, cuya presencia añadió solemnidad y respeto al acto.
El momento más emotivo llegó a pocas calles de regresar al templo. Los costaleros detuvieron el paso e inclinaron la imagen ante una vecina que, desde su ventana, esperaba con lágrimas en los ojos el saludo de la Virgen. La emoción del gesto se contagió entre los presentes, que respondieron con un largo aplauso y vivas a la Patrona. Fue una de esas escenas que quedarán grabadas en la memoria colectiva del pueblo.
De vuelta a la parroquia, el ambiente se tornó aún más solemne. Frente a la puerta del templo, los antiguos legionarios formaron en posición de respeto, y al detenerse el paso de la imagen, comenzaron a entonar “El Novio de la Muerte”. Sus voces, graves y emocionadas, fueron acompañadas enseguida por las de los vecinos y devotos que llenaban la plaza, creando un coro improvisado que envolvió todo el lugar en un silencio reverente, roto sólo por el eco del himno. El sentimiento de orgullo y devoción se mezcló con el respeto hacia quienes, en su día, sirvieron al país, y que hoy custodiaban esta imagen.
Dolores Ríos Guijosa ha contado que pertenece a la Hermandad de la Virgen del Pilar. “Siento muchísima alegría y devoción, vengo cada vez que puedo, siempre con mi madre”, ha resaltado. Por otro lado, Juan Manuel Mateos Barranco puso en valor que procesionaron por primera vez con la Virgen del Pilar de Guadalimar. “Venimos desde Linares y llevamos a la Legión siempre en el corazón”, ha agregado. Vivo en Madrid desde que me casé pero venimos cada vez que podemos, toda la familia. Hoy ha sido fantástico, he disfrutado mucho la Legión”, ha puesto en valor Isabel Cabello Lechuga. Asimismo, Antonio Ruano Bejarano ha apostillado que lleva cinco años en esta hermandad de legionarios como militar y han querido acompañar a los vecinos de este pueblo en su día. “Mi nuera lleva hoy el traje típico de Guadalimar, que hice yo misma, y la adhesión de los legionarios me ha parecido algo maravilloso”, ha narrado Nieves Jiménez Chinchilla.