El plan contra incendios de la Catedral nunca se terminó
Fue idea de un equipo de bomberos, pero tuvo que ser paralizado

La reapertura de la Catedral de Notre Dame en París el pasado mes de diciembre se convirtió en un acontecimiento mundial al que acudieron las máximas autoridades internacionales. No fue para menos, pues el incendio que destruyó parte de su estructura y patrimonio en el año 2019 produjo una conmoción que traspasó todas las fronteras. En España, esta tragedia se vivió con intensidad. Ahora ha tocado más de cerca: una capilla de la Catedral-Mezquita de Córdoba ardió el pasado viernes y causó daños cuyo alcance aún está por determinar. Sin embargo, gracias a la rápida actuación de los bomberos de la ciudad, el fuego pudo ser controlado y extinguido en minutos.
¿Tendría tanta suerte la Catedral de Jaén si ocurriese un accidente similar? Esa misma pregunta se hizo Manuel Cortés en el año 2020 a raíz del incendio de Notre Dame. Él era entonces el jefe del Parque de Bomberos de la capital, y planteó la posibilidad de idear un Plan de Prevención de Incendios para proteger el patrimonio artístico del monumento. Se iniciaron los trabajos, se implicaron el Ayuntamiento, el cabildo y la Universidad, pero el proyecto quedó paralizado. Hasta hoy. “El proyecto se llamaba ‘Salvarte’, un juego de palabras´”, cuenta a Diario JAÉN. “Trataba de hacer un catálogo de edificios de interés cultural de Jaén y estudiar un plan de prevención para cada uno de ellos, con especial hincapié en la Catedral”. Cortés recuerda que se empezó por la Catedral porque se ideó para “marcar un orden de prioridades” entre todos los edificios.
“Sobre eso se hizo una base de datos con referencias catastrales y de propiedad, porque algunos eran particulares”, apunta. Fue entonces cuando el equipo de bomberos implicado comenzó a mantener contactos con el cabildo de la Catedral, “haciendo una serie de visitas al templo” para estudiarlo y hacer “algunas prácticas”. Cortés explica que todo aquello era un proyecto altruista al que se fueron sumando otras instituciones, como las concejalías de Seguridad y de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Jaén o la Universidad. Sin embargo, todo se paralizó cuando él lo abandonó por motivos personales, dimitiendo incluso de su cargo como jefe del Parque de Bomberos en diciembre de 2024.
“No se continuó, pero estamos en predisposición de retomarlo”, afirma, sobre todo “después de ver las imágenes del incendio de la Mezquita”. En cuanto a esa vuelta al trabajo para darle la continuidad que necesita el proyecto, Cortés entiende que “no habría problema por parte de la nueva jefatura del servicio o de la corporación municipal”. Las bases, añade, “ya están ahí” para hacerlo, porque se realizaron algunos avances. “Lo que nos importa es salvar el patrimonio que guarda en su interior, saber qué podemos salvar de manera eficaz con un catálogo para su evacuación”, concluye.
La jefatura del Cuerpo cree que puede retomarse el proyecto de prevención
Este periódico ha contactado con fuentes del Ayuntamiento de Jaén y de su equipo de gobierno actual, que difiere en sus concejalías con las que regían la administración durante la legislatura la que se planteó este proyecto de prevención de incendios del patrimonio. Dichas fuentes insisten en que se trataba de una iniciativa de un grupo de bomberos “que incluso hacían el trabajo utilizando horas que estaban fuera de lo que marcaba su turno”, puesto que no era “potestad” del Ayuntamiento. Antonio Tobaruela, actual jefe del Cuerpo de Bomberos de Jaén, explica que, al margen de esta iniciativa inacabada del plan de prevención, los bomberos “están obligados a actuar con los protocolos ya marcados” que tienen en materia de prevención de incendios. “En función del lugar en el que se produzca el incendio y de las condiciones en las que se dé, se actúa de una manera u otra”.
Unos protocolos que siguen, como no podía ser de otra manera, directrices similares a las que guiaron el proyecto iniciático de Manuel Cortés, como realizar un balance de prioridades “según el grado de interés cultural o histórico de los bienes” que se encuentren en una situación de riesgo. Otro de los protocolos establecidos, que además se dan de manera habitual y no solo si se trata de edificio históricos, es la “búsqueda de hidrantes”, unos dispositivos del mobiliario urbano que conectan a una red de agua presurizada, ya sea pública o privada, para asegurar un acceso rápido y abundante al agua en caso de emergencia. No obstante, desde la jefatura de bomberos reconocen que el proyecto “Salvarte” que inició Manuel Cortés “podría ser un buen punto de partida para establecer unos nuevos protocolos específicos para cada edificio patrimonial de la ciudad”. Aunque deben plantearse “a medio plazo”, ya que los ayuntamientos no tienen “una obligación” legal de hacerlo.