El Obispo de Jaén pone en valor el papel del anciano en la Iglesia
Monseñor Chico Martínez preside una misa en la Residencia Hermanitas de los Pobres

El Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez ha presidido una Eucaristía Jubilar en la residencia de mayores de las Hermanitas de los Pobres de Jaén. Una celebración solemne que, en el contexto de este histórico edificio del Paseo de la Estación, dejó una bella imagen de comunidad que los residentes no olvidarán. El motivo del acto fue la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, que, desde 2021, se celebra en toda la Iglesia cada cuarto domingo de julio, cerca de la conmemoración litúrgica de los santos Joaquín y Ana. Con el lema “Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza”, la celebración de esta jornada tenía el objetivo de subrayar la necesidad de que la pastoral de los ancianos y la lucha contra la cultura del descarte adquieran relevancia y se conviertan en una preocupación ordinaria en la vida de toda comunidad eclesial.
El delegado episcopal para la pastoral de las personas mayores, Facundo López Sanjuan, ha explicado a Diario JAÉN que, aunque solo la Catedral de Jaén ha sido asignada esta año jubilar como templo de referencia y peregrinación, se quiso también volver la mirada hacia “realidades periféricas”, en este caso, hacia la importancia de “las personas mayores”, y organizar esta misa en la residencia de las Hermanitas de los Pobres. “Las hermanitas son muy admiradas y queridas en Jaén, y esta es una residencia magnífica”, afirma López. “Por aquí ha pasado mucha gente buena y ellas son estupendas, cuidan a sus ancianos como si fuese su hogar”. El año jubilar, ha explicado el delegado, “es el derroche del amor de Dios, la posibilidad que dio el Señor a San Pedro de tener las llaves del Reino”. Los jubileos son “cada 25 años”, y es un año “de gracia y de fiesta para todos los fieles”, ha apuntado. En esta ocasión, añade, con una nueva dimensión centrada en la “esperanza”, el lema que le otorgó el Papa Francisco “y que continúa León XIV”.
Precisamente, el “mensaje” que el nuevo Pontífice lanzó para esta Jornada Mundial de los Ancianos “habla de la necesidad de que los mayores tengan conciencia del papel que tienen en la Iglesia”. Esto es, apunta López, “que no sean sólamente los receptores de una serie de servicios de la pastoral, sino que los mayores sean verdaderamente protagonistas y agentes de la pastoral”. Algo que derivaría en una “gran riqueza” para la Iglesia, “porque los mayores tienen experiencia, paciencia y sabiduría, una visión a largo plazo muy necesaria”.
María Dolores Núñez García es la presidenta diocesana del Movimiento Vida Ascendente, ampliamente integrado en la Diócesis de Jaén. La acompaña en esta celebración Rosario Gea Martínez, miembro del mismo movimiento, y ambas comparten con este periódico su experiencia del viaje a Roma que realizaron, precisamente, con motivo del jubileo. “El viaje fue entrañable en su conjunto”, ha afirmado Núñez García. “Éramos todos personas mayores, y aguantamos el calor de ese día en la Plaza de San Pedro, que fue tremendo, estábamos todos cansados de andar, pero había un espíritu de unidad y fraternidad que, a la vuelta, todos dijeron que querían repetir un viaje como ese”. El mismo espíritu se quiso trasladar a la misa que ofició el Obispo en la tarde de este domingo, y se logró con creces. A los residentes los acompañó además el coro parroquial y una banda de música que elevaron la jornada.