Las OVEJAS BOMBERO ya son más de 100.000 en Andalucía
En la campaña de 2018 pastorearon en la provincia de Jaén 30.000 ovejas a cargo de 45 pastores. El objetivo era prevenir los incendios forestales en unas 1.340 hectáreas con la labor del ganado que limpia le monte mientras come. Desde entonces, y sobre todo cuando comenzó esta experiencia en el año 2005, las llamadas “ovejas bombero” se han multiplicado exponencialmente, así como el terreno que limpian. La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible es la encargada de gestionar la Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía (Rapca), una iniciativa que cuenta actualmente con 181 ganaderos implicados cuyos animales cubren alrededor de 5.700 hectáreas, ocho veces más que en sus inicios —700 hectáreas en 2005—. Inicialmente, este servicio se concentraba en las provincias de Málaga, Cádiz y Granada pero actualmente cubre terrenos de todas las provincias andaluzas. La consejera en funciones, Carmen Crespo, valora “la gran implicación” de los pastores andaluces en la prevención de los incendios forestales: “Es una tarea en la que todos los ciudadanos tenemos mucho que decir y que ellos han convertido también en su trabajo diario”. Al respecto, ha subrayado: “Desde la Junta, a través de los grandes profesionales que componen el Plan Infoca, trabajamos en la extinción de los incendios cuando es necesario y también en su prevención”. En esta línea, la responsable de Desarrollo Sostenible apunta que en este ámbito se realiza un trabajo continuado en el que la contribución de los ganaderos “es un importante apoyo”.
Además de la extensión forestal que está bajo esta modalidad de mantenimiento en Andalucía, en los últimos años también se han incrementado las cabezas de ganado que transitan por ella pastando para reducir, al máximo posible, los vegetales que podrían servir para avivar un fuego, pasando de los 4.500 animales que comenzaron esta labor hasta superar los 100.000 actualmente. En cuanto al tipo de ganadería, el ovino y el caprino son las más representativas al concentrar el 95% del total. Al respecto, Crespo explica: “El servicio de mantenimiento de áreas y líneas cortafuegos mediante ganadería en montes públicos es una muestra perfecta de cómo el aprovechamiento sostenible de las zonas naturales es positiva tanto para la sociedad, porque genera riqueza y oportunidades de negocio; como para el entorno, porque contribuye a evitar los incendios”. Sobre esta iniciativa, la responsable en funciones de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible apuntó que es un ejemplo también de “las múltiples sinergias” que existen entre el potente sector agrario andaluz y la importante labor ambiental que ha que desarrollar en Andalucía para garantizar el buen estado de “nuestro rico patrimonio natural”. La consejería destina actualmente más de 620.000 euros a la gestión de la Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía.
¿En qué consiste el Rapca?
Es una herramienta de prevención que aprovecha las actividades tradicionales, define la propia Junta de Andalucía. Desde hace unos años, —2005— un grupo de ganaderos de toda Andalucía, asesorados por técnicos de esta Consejería y de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, “contribuyen con sus rebaños a la prevención de incendios forestales en los montes de Andalucía. Se recupera así una labor tradicional que, ordenada y regulada, resulta ser una magnífica herramienta para evitar los incendios forestales tan perjudiciales para el monte mediterráneo, facilitando el desarrollo sostenible y dando valor y reconocimiento a la labor tradicional del pastor”. Mientras pastan en determinadas zonas señakladas por los técnicos abren en realidad cortafuegos contra los incendios. La red la financia la Consejería y se realiza mediante contratos anuales o aprovechamiento de pastos. La labor se testea para comprobar el cumplimiento de los objetivos.