Verbenas de verano de antes y fandangos con mucha historia en Los Maridos
Los vecinos de Torres de Albanchez revitalizan la aldea con fervor, música e inmensa devoción

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La aldea de Los Maridos, perteneciente al municipio de Torres de Albanchez, vivió una jornada impregnado de tradición con la conmemoración del día grande de su patrona, la Virgen del Carmen. Esta celebración veraniega, tal y como cuenta José García Armijo, se convirtió en un referente espiritual y cultural para sus habitantes y para aquellos que, aunque residen lejos, regresan puntualmente para mantener viva una costumbre profundamente arraigada.
La jornada comenzó con una misa celebrada en la ermita de la Virgen del Carmen, edificio que hasta 1975 funcionó como escuela del municipio. A la finalización del oficio religioso, un grupo de hombres cargó el trono de la patrona para iniciar el desfile procesional por las calles de la aldea, en un ambiente solemne y cargado de emoción.
Durante el recorrido, el trono pasó por la Plazoleta, donde se había instalado un escenario decorado con pequeñas banderas que colgaban entre los tejados. La escena evocó las verbenas estivales de antaño, una estampa nostálgica que en Los Maridos resiste al paso del tiempo gracias a la implicación de numerosos visitantes llegados desde lugares como Villarrobledo, Madrid, Valencia o Cieza.
El segundo tramo de la procesión transcurrió por la otra gran calle de la aldea. En el extremo final de esta vía, la pedánea, Rufina Castillo, sorprendió con una emotiva interpretación de un fandango dedicado a la Virgen. Pese a los nervios y la intensidad del momento, su voz emocionó a los presentes, que la recompensaron con un largo aplauso.
Concluida la actuación, el trono de la patrona regresó a su templo y dio paso al siguiente acto de la festividad. En la Plazoleta, vecinos y visitantes compartieron una sencilla pero simbólica degustación de pan con aceite, en un gesto que aunó gastronomía y fraternidad.
María Martínez Pérez resalta que no se debe perder nunca esta tradición porque tienen “la oportunidad de juntarse todos los vecinos, vecinas y niños para ver a la Virgen del Carmen”. Es un día que está la mar de bien para todos porque así podemos ver con gran devoción a la patrona de la aldea y observarla, como todos los años”, afirma Elia García Carrillo. Rocío Álvarez Tenedor cuenta que le gusta mucho que cada año se realice esta tradición. “Yo vengo desde que era muy pequeña para ver a mis vecinos y pasar este día con ellos”. Francisco Tenedor García asevera que es una tradición muy familiar, un día muy agradable en el que se reúnen todos los vecinos de los cortijos para ver esta procesión. “El ver a los vecinos cómo rodean a la Virgen del Carmen me parece algo precioso y un acto de comunión para todos los que nos reunimos a verla”, apostilla Pepa Cuadrado Prieto.