Temple taurino sobre la arena en Hornos
Aficionados y valientes se atrevieron con unas vaquillas que lanzaron varios embistes

Un lunes por la mañana, de agosto, laborable para quienes no están de vacaciones y en los últimos coletazos de esta larguísima ola de calor. Pese a todo eso, la expectación no faltó en una nueva jornada de encierros y suelta de reses en Hornos. La ganadería de José Martínez Vivo protagonizó la mañana taurina, primero, con un encierro que se desarrolló por las calles con historia y encanto del municipio hornense. Después de que José Luis Mondéjar lanzar los cohetes previos al inicio del encierro, el camión se abrió para que salieran, una detrás de otra, las tres vaquillas que rápidamente, buscaron la arena de la plaza. Es verdad que una de ellas dio más juego por las calles para los más valientes y aficionados, incluso embistiendo contra unos bidones ubicados en la puerta de una vivienda.
En los burladeros instalados por las peñas, la gente se agolpaba esperando que las vaquillas pasaran por sus calles. Se pudieron ver también muchos capotes para llamar la atención de estas tres vaquillas, hermanas por cierto, que rápidamente unieron en manada y costaba mucho trabajo llamarlas para que se movieran y se pudieran ver quiebros o recortes.
Varios jóvenes, sobre todo, se acercaron a estas tres reses para vivir esa adrenalina que siempre da correr frente a una vaquilla. Y lo consiguieron en varias ocasiones. Otras veces, las reses demostraban toda su fuerza embistiendo contra las vallas de la misma plaza. A medida que avanzaba la suelta de reses, el propio ganadero José Martínez, junto con otros voluntarios presentes trataron de retirar a las vaquillas, una a una, con la soga. Les costó, pero al final consiguieron recoger a dos para que se quedara una sola que diera algo de juego. Pero, cuando parecía que se animaba el festejo, la vaquilla casi atravesó una valla. Se quedó a nada, pero al final entre aficionados, personal de organización y voluntarios consiguieron reconducir a una vaquilla para cerrar un festejo muy animado.
“Vengo desde Madrid, pasando por varias ciudades hasta Hornos, donde me casé. Siempre que puedo veo estos encierros”, aseguró Juan Nieves. Encarna Morcillo vive los encierros a tope, ya que se lo pasa muy bien y es motivo de reencuentro con mucha gente. “Intento que no nos pille la vaca (risas). Hay muchos jóvenes que corren los encierros, cada vez más, y hay una afición enorme”, destacó Ángel Novoa. Primitivo Alva va todos los años a los encierros, donde aprovecha para reunirse con mucha gente y vivir “unos encierros únicos”. “Los encierros unen mucho y de las mejores cosas que han hecho en Hornos es echar arena para que las reses no sufran”, expresó Casildo Vivo.