Santa Isabel llena de fiesta y alegría los rincones de la Sierra de Segura

La aldea fronteriza, perteneciente a Santiago-Pontones, celebra la onomástica de su patrona

07 jul 2025 / 06:00 H.
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La alegría de las fiestas estivales se traslada hasta los puntos más recónditos de la provincia. Santiago-Pontones, ese municipio conformado por multitud de aldeas, es un ejemplo de saber disfrutar de la raigambre y de las tradiciones serranas que se han ido conformando en un paraje natural incomparable.

En este caso, Miller, una aldea perteneciente al término, que no supera los 40 habitantes de manera usual, se convirtió en el foco de atención de todo el municipio debido a sus notorias fiestas de Santa Isabel. Una celebración que atrae anualmente a más de 300 visitantes a la aldea; familiares, antiguos vecinos y curiosos se acercan al fin de la provincia para disfrutar de una jornada que pone de relieve el valor de la comunidad y el bienestar natural.

La festividad de Santa Isabel en el paraje se remonta varios siglos atrás, pero se tiene primera constancia de ella cuando se edificó la iglesia en honor a la propia figura en 1857 y desde entonces, a la santa, se la celebra cada 4 de julio.

A partir de las 20:00 horas, los vecinos de la aldea fronteriza con la comunidad manchega, se dispusieron a sacar en procesión a Santa Isabel tras la eucaristía celebrada en su honor. La iglesia de Santa Isabel vio cruzar a la dueña de su onomástica por el umbral de sus puertas ante decenas de personas que aguardaban para acompañarla por el callejero del pequeño núcleo de población, en una procesión de corte alegre y vivo.

En la misma dinámica del cortejo, la charanga 4 Gatos amenizó durante todo momento a los portadores del pequeño trono, que animaron con sus versiones a todos los que procesionaron junto a la imagen de Santa Isabel.

Unas fiestas patronales que cerraron con broche de oro un programa que comenzó el viernes con unos tradicionales bolos serranos y el acompañamiento musical de la orquesta Callejeros. Aunque el grueso principal de la actividades tuvo lugar ayer desde el mediodía con la celebración de juegos infantiles, seguidos por la elaboración de paellas populares para el disfrute de los allegados. Ya por la tarde, antes de la procesión se realizaron los “Burros de la suerte”. Un día de alegría para todos los serranos que viven con ganas su tradición.

Pablo Tornero Sánchez afirma que es de Valencia y viene a la aldea a visitar a su familia. “Mi abuela es de aquí y también mi madre. Las fiestas son espectaculares y las recomiendo”, agrega. Gregoria Fernández Alguacil cuenta que ha nacido en Miller y hacía muchos años que no iba a las fiestas. “Son muy entrañables y me he hecho muchos kilómetros porque merece la pena”, añade. “Santa Isabel es una fiesta muy familiar, muy cercana y en la que disfrutamos de nuestros seres queridos, hay muchos reencuentros”, dice Carmen Palomares García. María López Palomares asevera que son fiestas que se viven con mucha emoción. “Las esperamos durante todo el año con muchas ganas y tienen más de 50 años de historia”, afirma. “Siempre quiero que llegue esta fecha para celebrar estas fiestas con gran intensidad”, concluye Teresa Rodríguez García.

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