Las altas temperaturas: una auténtica ITV para las explotaciones sin regadío

El olivar afronta, en general, con una buena situación la embestida térmica, aunque septiembre dictará sentencia

04 ago 2025 / 06:00 H.
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Para el olivar, en particular el de secano, la irrupción del calor verdaderamente fuerte supone una ITV. Este año las explotaciones llegan a lo peor de la canícula con unas buenas condiciones. A ello ha contribuido buena manera el mes de julio tan llevadero. A partir de ahora, todo dependerá de la situación concreta.

Después de un final de otoño y una primavera que se portaron bastante bien desde el punto de vista de las precipitaciones —aunque paradójicamente la pluviometría fue más generosa en la parte occidental que en las sierras— la planta, en general, afrontó con vigor la floración y el posterior cuaje. Sin embargo, de manera puntual, hubo mermas considerables como consecuencias de los golpes de bochorno y del prays. Esto supone que la cosecha esté “arrodalada”. De esta manera, hay zonas de secano con cargas considerables, incluso superior a la del año pasado, mientras que otras ha sufrido un bajón por las razones antes mencionada.

Con la aparición del calor extremo, las fincas en las que se haya realizado una buena gestión de la cubierta vegetal, incluso aunque tengan carga, no tendrán problema para afrontar el desafío con holgura, dadas las reservas de las que disponen todavía. Además, hay que tener en cuenta que la situación de las reservas ha supuesto que no se hayan producido restricciones en los riegos, de manera que en esas explotaciones la cosecha es, por lo general, excelente, y pueden mantener el aporte de agua en estas semanas.

Los cálculos deben de hacerse a partir de mediados de agosto. Lo habitual, como recoge la sabiduría popular —aunque, obviamente no siempre se cumpla— es que después de la “Virgen” —día 15— las temperaturas comiencen a moderarse, sobre todo durante las noches, ya que la duración de los días no deja de reducirse. Si la situación canicular se prolonga, podrían aparecer situaciones de estrés hídrico serias. En la segunda quince de agosto también pueden empezar las tormentas que llegan a ser beneficiosas si caen sin granizo y no de manera torrencial. De cualquier manera, quien dictará sentencia en los secanos será septiembre. Las fincas cargadas podrían tener dificultades importantes si no llueve y tampoco se va el calor. Por tanto, la canícula que ya entra por las puertas de la provincia no es lo grave, sino lo que ocurra en el territorio a partir de la segunda mitad de agosto.

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