La Vega de Santa María recuerda a Eduardo Sierra

“Papá, estamos muy tristes por haberte perdido, pero mucho más felices de haberte tenido”. Con estas palabras, Eduardo Sierra Carmona, finalizó su intervención en el acto en honor de su padre, Eduardo Sierra Serrano, un hombre querido en La Vega de Santa María y un histórico de la participación ciudadana en Linares que falleció hace unos meses.

Al homenaje, que organizó la Federación de Asociaciones Vecinales Himilce, asistieron en torno a cien personas y contó con la participación del Ayuntamiento de Linares, Mujeres Vecinales y, por supuesto, la asociación de vecinos de su barrio. El presidente de “Himilce”, Juan José Reca, destacó la trayectoria de Eduardo Sierra en el movimiento vecinal y todos los logros por los que, a juicio de tantos, se merece el reconocimiento: “Hacen falta muy pocas palabras para decir quién era Eduardo porque, ante todo, era buena persona e incansable, y cuando digo esto, llego desde aquí y hasta donde me encaja la vista. Amigo, te echamos de menos”.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Vecinales, Mercedes Rueda, recordó que, hace ya algunos años, compartió pupitre con él. “Su base era aprender, lo quería y lo echo mucho de menos”, señaló, al mismo tiempo que puso en valor la importancia de las asociaciones de vecinos antes y ahora, un testigo que recogió la concejal de Participación Ciudadana, Mamen Muñoz: “Estamos aquí quienes queremos sentir cerca a Eduardo. Lo conocí poco, pero por el poder de convocatoria que tiene, debió dejar una huella importante, por lo que su familia y amigos deben estar muy orgullosos”. “Que siga el movimiento vecinal, no solo por su carácter reivindicativo, sino por el cariño y la humanidad que desprende”, concluyó la responsable municipal de Linares.

En este punto del acto, sus familiares más cercanos recibieron una placa conmemorativa de parte del Ayuntamiento y un olivo, obsequio de la Federación Himilce, todo en memoria de una persona ejemplar.

Por último, tomó la palabra su hijo Eduardo, el mayor de cuatro hermanos, que ensalzó “la pasión por el bienestar y el crecimiento de la comunidad” que caracterizaba a su padre, algo que “era contagioso”. “Hace poco más de cuatro meses, perdí a mi padre, pero hoy quiero celebrar su vida, obra y legado, algo que construyó con mucho amor y compromiso. Fue un hombre que entendió desde joven que la verdadera riqueza no se mide en las posesiones materiales, sino en el impacto que uno tiene en la vida de los demás”, subrayó Eduardo, que puso el foco en el aprendizaje que imprimió en sus hijos: “Me siento muy orgulloso de él, de los valores que nos ha inculcado, la educación que nos ha dado y el sentido de la responsabilidad que nos ha transmitido”.

En memoria de un vecino ejemplar y comprometido, tanto representantes de la Federación Himilce, como familiares y amigos, celebraron un acto de convivencia en torno a la Cruz de Mayo en la sede de la Asociación de Vecinos de la Vega de Santa María, donde se degustaron varios aperitivos y un plato de arroz, como normalmente, pero que esta vez supo agridulce por la ausencia de Eduardo.