La patrona de Jimena vuelve al paraje de Cánava tras los días festivos

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Con el cierre de las puertas del Santuario de Cánava y con las emociones a flor de piel, así puso Jimena el broche final a sus fiestas. La jornada del último día festivo estuvo marcada por el tradicional traslado de la imagen de la Virgen de los Remedios al Santuario de Cánava, una romería que volvió a reunir a centenares de vecinos y visitantes en torno a la devoción y la tradición. Tras varios días repletos de celebraciones, en los que la patrona de Jimena recorrió las calles del municipio, la Virgen regresó a su ermita en una jornada marcada por la emoción y el simbolismo, cerrando así el ciclo festivo que comenzó días atrás con su bajada a la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor. La Asociación Musical Fuente de la Estrella fue la encargada de acompañar con sus notas el recorrido de la comitiva. Las melodías marcaron el paso de la Virgen, que lució un vistoso manto rojo y oro, procesionando entre vítores, aplausos y rezos. El cortejo estuvo formado por vecinos y visitantes con trajes de romería, caballería, y devotos que, como cada año, quisieron acompañar a la patrona hasta su llegada al santuario.

El traslado dejó cientos de estampas singulares, con calles repletas de color, fervor y emoción. Los devotos ataviados con sus mejores galas acompañaron a la imagen en su camino hacia el paraje de Cánava. Tampoco faltaron las carrozas, los caballos engalanados ni la participación de familias enteras, que se sumaron a la subida en un ambiente de alegría compartida, a pesar del cansancio acumulado de los días festivos. El cortejo avanzó entre cantes, música y muestras de devoción, con una multitud dispuesta a acompañar a la Virgen de los Remedios en el último día festivo. La llegada a la ermita, y la entrada de la imagen, entre aplausos, el sonido de los instrumentos de la banda, y el cierre de puertas puso fin a una semana festiva que dejó recuerdos imborrables. Un regreso a la ermita que no solo simbolizó el final de las fiestas, sino, el retorno a la vida cotidiana tras unos días en los que Jimena disfrutó de una programación con la que se transformó por completo.