La eterna protección del Nazareno en Jamilena
El Sagrado Lienzo cumple 25 años como Alcalde Perpetuo del municipio

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No fue una “Pascua de Mayo” más. Este año, los jamilenudos estaban de celebración, o, mejor dicho, tenían un motivo más para desatar la algarabía entre los vecinos, feligreses y hermanos de la Cofradía. Y es que el 20 de mayo de hace veinticinco años, en el 2000, el Patrón de Jamilena recibió de manos del entonces alcalde del municipio, Manuel Beltrán, el bastón de mando que lo reconocía como Alcalde Perpetuo de la población. La Corporación Municipal aprobó de forma unánime nombrar con esta distinción a Nuestro Padre Jesús Nazareno, protector de Jamilena, todo por petición del párroco Julio Segurado. El nombramiento se precipitó por la gran devoción despertada por el Santo Padre merecía un paso más en su veneración. Casualmente, coincidiendo este año con las fiestas de la Blanca Paloma en la aldea onubense de El Rocío, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno no perdió la oportunidad de desear una feliz peregrinación y domingo de Pentecostés a la Hermandad del Rocío de la población, a través de las redes sociales.
La colaboración y compenetración entre la Cofradía y el Consistorio fueron claves para la organización de todos los actos con motivo de júbilo por la efeméride del cuarto de siglo. Esta celebración trascendió lo estrictamente religioso, pues los vecinos de Jamilena se volcaron con su Patrón, cortejándolo por las calles que suele recorrer en la madrugada del Viernes Santo, ese que tan lejos pareció quedar en la tarde de ayer. Fue una celebración de la cultura jamilenuda, de sus tradiciones y del sentimiento de pertenencia a un pueblo que se desvive por fe a su Señor Jesucristo. Tras su salida procesional, llegó el momentos culmen de la procesión, y es que, en la Plaza de la Constitución, El Sagrado Lienzo se detuvo ante la expectación de los vecinos, esperando que desde el Consistorio, Tomás Liébana, vigente alcalde, renovase el voto que hizo que en aquella primavera de finales de siglo, Jamilena estuviera protegida sempiternamente por Jesús Nazareno. Los vítores, rezos y alabanzas estallaron entre los vecinos que ya aguardan impacientes el próximo encuentro con su protector, el cual llegará tras el largo verano, en las fiestas de septiembre.
“Es una tradición que pasa de padres a hijos. Mi padre llevó durante más de cuarenta años al Cristo, yo espero poder hacerlo, al menos, la mitad”, manifestó Eduardo José Colmenero. Encarnación Anguita aseguró que el patrón es lo más grande que tiene el pueblo: “Cuando sale, se para todo. Esta fiesta es cercana porque somos todos de Jamilena”. “Aquí, todo el que es devoto y quiere puede sacar al Cristo. Es un día y un sentimiento muy grande que todo el pueblo celebra a lo máximo”, compartió José Manuel Martos. Gabriel Jesús Pérez compartió que esta devoción es para vivirla: “Para los niños también es un día de fiesta y muy especial”. “Hay mucha devoción y acudo para que mi hijo vea las tradiciones del pueblo. Me llama la atención el sentir en un municipio pequeño”, maifestó Laura Gómez.