Estiércol que vale su peso en oro en La Rábita

La aldea alcalaína costea sus fiestas gracias a la “Cagá de la Burra”

11 may 2025 / 13:30 H.
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La Rábita es una aldea alcalaína que, aparte de la peculiaridad de que tiene vecinos que residen en los términos municipales de Alcaudete y de Priego de Córdoba, cuenta con una segunda peculiaridad, una parte sustancial de sus fiestas se financia gracias al sorteo “la Cagá de la Burra”. La iniciativa, que surgió en 2019, se interrumpió durante dos años por la pandemia, alcanzó este año su quinta edición. La dinámica es fácil, se dividió el polideportivo del colegio público rural Valle de San Juan en 1.500 casillas —cada una de las cuales se vendió a tres euros—. A las cinco de la tarde se soltó a la burra Amparo, propiedad del pedáneo de San José de la Rábita, Juan Alba. Contaba la primera defecación a partir de la media hora, aunque esta vez el animal no soltó su valioso estiércol hasta alrededor de las siete. Después, un topógrafo determinó la cuadrícula en la que había caído la sustancia, que correspondió a la 1224, que había sido adquirida por una vecina de la pedanía, Francisca Ramírez. Le corresponden los 1.500 euros de premio en liza. Este año se vendieron todas las papeletas disponibles. Además, se hizo un guiso de arroz y se instaló una barra, lo que aumenta la rentabilida de la “cagá”.

La sesión fue amenizada por un pinchadiscos y Dúo Córdoba. El éxito es tal que para próximos años la intención es llega a 2.000 casillas, con premios adicionales de 250 euros a las aproximaciones anterior y posterior al número de la cuadrícula donde caigan las heces. El pedáneo rabiteño, Francisco Javier Frías, es este año el único hermano, por lo que se encargará del grueso de la organización de las celebraciones. Según sus cálculos, las celebraciones tendrán un coste aproximado de 20.000 euros. Se espera que el Ayuntamiento de Alcalá la Real aporta en torno a 5.000. El resto del dinero saldría de “La Cagá de la Burra”, los donativos de los vecinos o las camisetas preparadas parra la ocasión. La programación se repartirá entre el jueves 22 y el domingo 25 de mayo en el recinto ferial. El primer día, habrá una invitación a los vecinos, en horario de tarde noche. El viernes, el acompañamiento musical correrá al dúo PyK y la orquesta Manigua.

El sábado 23 será el día de más tirón. Aparte de la procesión de la Virgen del Carmen, patrona de la aldea, con salida a las ocho y media de la tarde, en la velada se tirará la casa por la ventana con el conjunto de versiones Planeta 80 y La Rebelión. Por último, el domingo se reservará a una degustación de arroz y juegos populares. Las fiestas de La Rábita son sonadas, de manera que atraen a buena parte de los setecientos vecinos que viven allí y a residentes de otros núcleos rurales próximo como San José de la Rábita, Fuente Álamo o Sabariego. Incluso acuden rabiteños que ahora residen fuera de la aldea. En el mes de julio hay otras celebraciones, por lo general con menor afluencia de público. Este año, para desmarcarse del festival Etnosur, serán los días 11 y 12.

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