Encierro taurino lleno de bravura y valentía en Benatae

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La tradición taurina de los pueblos de la Sierra de Segura es más que intachable. Años y años de pasión por los encierros que aún perduran tras el paso del tiempo. Benatae refleja la ilusión de la que viven tanto peñistas como vecinos, que disfrutaron de un entretenido encierro protagonizado por tres vaquillas. La primera de ellas fue desencajonada, cortesía de la peña taurina “San Ginés”. El animal, bravo y veloz, deleitó con sus carreras a los asistentes. Los más experimentados hicieron prueba de su valía corriendo delante del animal, e incluso toreándole con unos capotes improvisados formados por camisetas y chaquetas. Las otras dos vaquillas, a diferencia de la primera, salieron desde el cortijo “La Tiná de la Panceta”, a escasos kilómetros del municipio serrano. Ambos animales llegaron a la plaza cortejados por los caballistas y los cabestros, dando comienzo al espectáculo.

El encierro transcurrió sin demasiados contratiempos. Si bien es cierto que uno de los corredores tropezó y cayó al suelo, la vaquilla no alcanzó a atacar con dureza al joven y, afortunadamente, no hubo que lamentar daños. El verdadero quebradero de cabeza lo ocasionó la segunda vaquilla. Tras varios quiebros y recortes, llegó el momento de encerrar al animal en los toriles. Sin embargo, el animal se resistió en multitud de ocasiones a salir del ruedo, por lo que uno de los corredores, con ayuda de una extensa cuerda, enganchó de los cuernos a la vaquilla. Finalmente, empujaron con fuerza entre todos y consiguieron encerrar a la res.