El corazón de Rus late a la luz de 7.000 velas
La tercera edición de la Noche Velada supera las expectativas de participación


Rus es uno de los municipios más monumentales no solo de La Loma, sino de la provincia. Ese patrimonio brilla de forma especial en la Noche Velada, que vivió su tercera edición. El pueblo se iluminó gracia a 7.000 velas colocadas de una forma estratégica, con especial énfasis en las callejuelas del pueblo, entre el Ayuntamiento y el Paseo del Emigrante.
Con comienzo a las nueve y media, la actividad se prolongó hasta bien entrada la madrugada. La organización corrió a cargo de la escuela de empleo y formación Rustureo, formado por quince personas —en su mayoría mujeres— con más de 52 años. Lo dieron todo por realzar la Noche Velada. La iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento, fue posible gracias a una subvención concedida por la Junta de Andalucía, en concreto la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo.
El resultado encandiló al público, con presencia no solo de ruseños, sino de personas procedentes de otros municipios. De hecho, las estimaciones apuntan a unos 10.000 asistentes —frente al registro de alrededor de 8.000 de 2024—. Se trata de todo un logro, pues la población ruseña ronda actualmente los 3.400 vecinos.
En la puesta en marcha de la iniciativa es fundamental la implicación del programa Rustureo. Su directora, Marisol Romero, subrayó el nivel de la decoración y las actuaciones de este año. Se empezó con una actuación de baile aéreo en la Plaza de la Constitución. El entorno estaba especialmente ornamentado con antorchas, mientras que en el suelo había un círculo con velas, lo que confirió un ambiente única a esta parte céntrica del casco urbano.
En segundo lugar, sobresalía el Jardín de los Deseos. Mientras sonaba la música de un cuarteto de cuerda, los visitantes expresaban sus anhelos en un pergamino y cogían una luminaria. El resultado, fue un gran mural conformado por todas esas peticiones. En otra zona, el cuarteto jaenero Bétula, que se unió de forma desinteresada, ofrecía sus sones célticos. En este monumentos de raigambre militar se proyectó el escudo local.
En cuanto a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, las hermandades decoraron el exterior del templo. Se puso el énfasis en las imágenes ruseñas más emblemáticas. En cuanto a los confrafuertes, se hizo un repaso por los oficios de Rus, con fotografías —algunas con más de medio siglo de antigüedad— en la que se recogían las ocupaciones típicas del medio rural de antaño.
Uno de los aspectos que más llamó la atención de los presentes fue la recreación, con material reciclado, de mariposas, libélulas y otras figuras, que se iluminaban y adquirían efectos en 3D.
La propuesta permitió que estuvieran a tope todos los establecimientos hosteleros, a los que se sumó los instalados en el Paseo del Emigrante. Los preparativos se realizaron en un tiempo récord, pues comenzaron en junio. La aceptación conseguida este año es fundamental para dar continuidad en próximos veranos a estas propuesta tan imaginativa.