El atardecer cubre de luz dorada a la Virgen Inmaculada en Sabariego

La procesión pone fin entre vítores a una festividad clave en la pedanía alcaudetense

02 may 2025 / 19:13 H.
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La Virgen de la Inmaculada Concepción, patrona de Sabariego, y el Niño Jesús volvieron a salir ayer a la calle para celebrar la Fiesta del Palo, que viste de alegría todos los rincones de esta pedanía alcaudetense desde el 29 de abril. Un sol poniente bañó de oro ambas imágenes mientras los vecinos las sostenían sobre sus manos y hombros. El desfile procesional avanzó solemne al paso que marcaba la banda municipal de música y los hermanos de esta cofradía. Nadie quiso perderse este acto, pues, como cada año desde hace más de un siglo, pone el broche final a la festividad. Para recibir la salida de su patrona, la Banda Municipal de Alcaudete se dispuso justo en frente de la iglesia para interpretar el himno nacional y dar ya por comenzada la tan esperada procesión.

La comitiva acompañó a las dos imágenes por las calles principales de Sabariego. En ningún momento faltaron los vítores y mensajes de cariño hacia la patrona. Los más pequeños también participaron en la procesión, puesto que interpretaron el papel de anderos portando al Niño Jesús. Durante el transcurso de la procesión, muchos devotos salieron a la calle o abrieron sus ventanas y balcones para deleitarse ante la belleza de la patrona y poder participar en una experiencia mágica.

Cuando la luz del día se apagó, la procesión llegó a su fin. La comitiva acompañó a las imágenes hasta la entrada del núcleo y después volvió hasta la Iglesia de San Pedro, donde la Banda Municipal de Alcaudete volvió a tocar el “Himno de España” mientras las imágenes volvían al interior del templo.

Ya en el interior de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada, los vecinos rompieron en aplausos. María Pérez, una de las hermanas de la Cofradía de la Inmaculada más veteranas, explicó a este periódico que esta tradición tiene ya más de un siglo de antigüedad. “Yo empecé a sacar a la Virgen con catorce años. Y fueron mis abuelos los primeros hermanos, y uno de mis tíos fue el primer alcalde de Sabariego, así que fíjate si hace tiempo”, cuenta. Sin embargo, aclara que en aquella época no salía como ahora. “Llevábamos las bandas puestas, pero no sólo sacábamos a la Virgen y al Niño, también a San Pedro. Ahora, por falta de personal, lo hemos dejado al pobre ahí para sacarlo el Día de San Pedro”. María cree que esta tradición adolece de falta de implicación por parte de los jóvenes. Su nieta, apunta, no se ha hecho aún hermana de la cofradía, pero reconoce que el hecho de que tenga que salir fuera a estudiar hace muy difícil estar aquí en estas fechas. “Primero va la obligación y luego la devoción”, concluye. Sin embargo, la banda municipal sí cuenta con más de un 50% de jóvenes entre sus filas. Antonio Ortiz apenas alcanza la mayoría de edad y ya lleva ocho años en ella, y siempre ha seguido esta procesión. Parece que hay futuro.

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