Devoción y flores para rendir honores a la Señora de la Juventud en Ventarique

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Los repiques resonaron, a las 19:30 horas, en la torre del campanario de la parroquia de la Inmaculada Concepción de Arroyo del Ojanco, dando inicio a la ansiada procesión de Santa María de la Juventud. La Santa Madre estrenó andas, las mismas que la tarde anterior fueron bendecidas por el reverendo Francisco Javier García, por devoción y aclamación popular. La multitud, que inundó de flores el templo en la ofrenda a la Señora, se congregó a las puertas, esperando a que la Agrupación Musical “La Inmaculada”, de la misma población, anunciara la salida hacia la aldea de Ventarique.

Los primeros sones de la Marcha Real desataron los vítores y los rezos, haciendo persignarse a cada vecino que contempló el rostro de la virgen. Percutieron los tambores y resonaron las cornetas a cada paso de la Señora, esa que hacía bajar la mirada a los que la contemplaban su figura, atónitos ante la voluntad de la cuadrilla de cargadores adolescentes que portaban a hombros a Santa María de la Juventud. Encararon el camino hacia la aldea, llegando al Arco floral que la noche anterior fue levantado en su honor. Llegó el ansiado descanso, junto a la fuente que caracteriza el núcleo. Todo listo para la eucaristía, la cual fue acompañada por el coro rociero “Olé con olé”, repartiendo el pan como hermanos tras la solemne misa.

Juan Francisco Berrio Ochoa afirma que “es un día muy especial para la Agrupación”. “Después de estar varios años intentando salir, este año sube a Ventarique”. Asimismo, Antonia López Liñán apostilla que le parece una muy buena iniciativa de la gente joven. “Están con mucha ilusión y muy bien organizados, lo viven a lo grande”. “Este año es más especial que nunca. La Agrupación es nueva y los niños las están sacando adelante. Estamos con muchísima ilusión por salir”, asevera José Sánchez García. Antonia Ortega Ortega dice que siente mucha alegría de retomar esta procesión porque es de Ventarique y sus padres también lo son y fomenta la convivencia”. Es el nacimiento de una nueva tradición, aunque son hijos de otros cofrades del municipio y la verdad es que estamos orgullosos”, destaca María del Carmen Romero Martínez.