Cánticos romeros para la patrona en Castellar
Los devotos de la Virgen de Consolación se trasladan a la ermita en carrozas

VÍDEO
Los castellariegos amanecieron rebosantes de felicidad. Con los primeros rayos de sol vislumbrándose en el horizonte, los romeros se ataviaron con sus mejores galas para acompañar a Nuestra Señora de Consolación. Pasadas las ocho y media de la mañana, las carrozas se colocaron en la plaza del Ayuntamiento para emprender su camino hacia la ermita de la patrona. El trabajo de las últimas semanas se vio reflejado en unas creaciones coloridas, originales y, sobre todo, muy romeras.
A pesar de que la mañana amaneció fresca y nublada, a medida que el cortejo se aproximaba al paraje, el cielo se despejó para regalar unos momentos inolvidables. Muchos vecinos de Castellar se sumaron a la jornada para seguir a las carrozas. Entre cánticos, palmas y bailes llegaron al tan esperado lugar. Allí aguardaban muchos ciudadanos del municipio que aprovecharon las zonas más altas para retratar la escena. Tras el recibimiento, todos se quedaron esperando en una zona colindante a la ermita. El repicar de las campanas resonó por todos los alrededores. Los romeros se dirigieron hasta el santuario entre cantes y palmas. En un breve periodo de tiempo, las instalaciones estaban llenas. Al unísono entonaron “Aquí estamos otra vez”. Muchos de los devotos de Nuestra Señora de Consolación no pudieron evitar derramar alguna que otra lágrima de la emoción. A continuación, elevaron al cielo a la patrona de Castellar para colocarla en el pórtico de la ermita.
Los romeros que conformaban cada carroza pasaron por delante de Nuestra Señora de Consolación para dedicarle poesías y bailes tradicionales, al igual que los caballistas. Uno de los momentos más emocionantes de la mañana fue cuando Isabel López López entonó unas líneas escritas por su padre, lo que supuso un homenaje a la patrona de Castellar, pero por supuesto, a él también. Entre aplausos, los romeros regresaron a sus hatos. Por la tarde, llegó la jornada de oro: la carroza ganadora recogió la bandera y, seguidamente, tuvo lugar la salida procesional para el traslado de la imagen hasta Castellar, que culminó con el canto de la Salve en la entrada.