Burunchel hace un sentido un homenaje a su tradición

Los vecinos veneran a los santos patronos en una jornada de fe y devoción

02 sep 2025 / 11:19 H.
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Una jornada de fiesta y celebración expresa la espiritualidad de Burunchel, la aldea ubicada entre los hermosos paisajes de La Iruela. Se trata de un lugar donde, durante el año, hacen vida poco más de 600 personas, aunque en estas fechas de reencuentros la población puede llegar a multiplicarse, ya que es un lugar idóneo para turistas que disfrutan de la naturaleza, así como para quienes tienen raíces en Burunchel y aprovechan la ocasión para visitar a familiares y amigos. Además, los presentes en los festejos pudieron disfrutar ayer de la eucaristía en honor a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, San Julián y San Francisco, imágenes que son seña identitaria y tradicional de Burunchel.

La cita tuvo lugar en la ermita de San Julián y contó con la brillante actuación del coro rociero de Cazorla. Sin embargo, los actos en homenaje a los patrones no terminaron ahí, ya que, después, dio comienzo la esperada procesión mayor, donde los vecinos llevaron a hombros las imágenes por las principales calles deBurunchel. La emotividad de la manifestación religiosa se apreció en todas las personas asistentes, así como en los rincones y calles decoradas para la celebración.

Las bonitas calles empedradas de la aldea y los montes que la rodean fueron testigos del esfuerzo de sus habitantes para organizar la festividad; un sentimiento de unión comunitaria para conservar una arraigada tradición que se prolonga entre generaciones y que los ciudadanos no quieren perder. Tanto los más mayores como los pequeños vivieron con alegría e ilusión los pasos procesionales, un día grande que llegó después de las actividades culturales, artísticas y de ocio que comenzaron el pasado día 7 y se prolongaron durante todo el mes de agosto. Así, en el homenaje a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, San Julián y San Francisco, los devotos expresaron su fe en una jornada que quedará para la historia de Burunchel y que, más allá del intenso sentido religioso, sirvió como reencuentro con aquellos que tuvieron que emigrar.

María Jesús Busto de la Fuente dijo que era un día especial y lo disfrutan. “El problema es que la juventud de hoy en día tiene eso muy olvidado y somos nosotros los que lo mantenemos vivo”, apuntó. Asimismo, Lourdes Cuadros Vilar destacó que es el día grande de todos y señaló la gran devoción que sienten. “Son las fiestas de nuestro pueblo y salen a la calle los patronos. Este día es para estar con la familia, comer juntos y disfrutar de nuestras fiestas”, afirmó Rocío Gómez Muñoz. Asimismo, Elisa Palomares Vilar puso en valor que aunque el pueblo es pequeño, la tradición se vive desde que es pequeña y le gusta pasarla con la familia y la gente que viene. “Para mí las fiestas son momentos de recuerdo. Cuando de pequeña me emocionaba con sólo oír los cohetes que anunciaban el inicio de la fiesta”, aseveró Belén Gómez Gómez.

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