Así fue la llegada de la Cofradía Matriz al Santuario de la Virgen de la Cabeza

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El reloj del Santuario de la Virgen de la Cabeza rozaba la medianoche cuando algo se gestaba en el ambiente. Un cosquilleo que iba “in crescendo” hasta que ya llegó el momento más mágico de todo el sábado de romería en el Cerro de la Cabeza: la llegada de la Cofradía Matriz al Santuario. Un momento de esos que generan profundas emociones en el corazón de todos los presentes, tanto romeros propios de Andújar como los miles de visitantes de otros rincones de España que están presentes en la nave central del Santuario. Desde el momento en el que el Guión del Camino hizo su entrada con sus doce campanas sonando con más fuerza que nunca, los cantos y los vivas a la Virgen de la Cabeza sonaron con mucha devoción y fe, sin olvidar tampoco ese movimiento característico de las seis grandes banderas que acompañan al estandarte de la Cofradía Matriz.

Y también todos los presentes, dentro de ese gentío presente en la nave central del Santuario, se hizo un pasillo para que pudieran pasar, entre otros muchos, a la hermana mayor, Isabel Barrios, quien no dejaba de exclamar vivas a la patrona de Andújar y de la Diócesis de Jaén con su característico cetro, así como al presidente, Manuel José Moreno, y el alcalde de Andújar, Francisco Carmona. Junto con el rector del Santuario, Luis Miguel Alaminos, pronunciaron palabras de agradecimiento. Pero, más allá de esas sensaciones profundas y de pellizco, las historias y actos de fe alcanzan su máxima expresión, tanto que en algunas ocasiones las lágrimas brotaron por doquier en los ojos de todos los presentes. Niños, jóvenes y mayores mostraron ese rostro repleto de alegría por ese encuentro más esperado, con el de su Madre.

Muchas familias también vibraron al máximo al estar acompañadas con sus hijos más pequeños, que ya están teniendo esa semilla romera que demuestra la fuerza y, sobre todo, el futuro que tiene una de las romerías más antiguas de España. Un acontecimiento repleto de devoción que, como se demostró anoche en esa llegada mágica de la Cofradía Matriz, no habría palabras para explicar ese abrazo esperado y deseado que se quiere, cada año, con la Reina de Sierra Morena.