Un Sendero Fluvial en marcha

21 jun 2025 / 21:17 H.

Los trabajos para la creación del Sendero Fluvial entre el Puente Romano y el Molino de las Aceñas ya están en marcha. Se trata de la creación de un sendero peatonal de 3,3 kilómetros que conectará dos de los hitos arquitectónicos más emblemáticos de Andújar: el Puente Romano y el Molino de las Aceñas. Discurrirá por el margen derecho del río Guadalquivir y tiene como objetivo principal poner en valor el patrimonio histórico, natural y cultural del entorno, fomentando la conservación ambiental y el uso público responsable del medio natural.

El sendero estará equipado con cartelería interpretativa y señalética que ofrecerá información relevante sobre:

—El Puente Romano y el Molino de las Aceñas

—Zonas de alto valor ecológico del entorno

—El arroyo Minguillos y sus humedales

—La actividad agrícola tradicional y la cultura del agua

—Los riesgos climáticos en entornos fluviales

—Dos puntos de observación para aves y vegetación.

Además, se habilitarán zonas de descanso a lo largo del recorrido, y en el entorno del Molino de las Aceñas se instalarán merenderos que conformarán un área de ocio y esparcimiento en pleno ecosistema de ribera. Uno de los puntos destacados del proyecto es la construcción de una pasarela sobre el arroyo Minguillos, que permitirá continuar la ruta sin necesidad de desviarse. Como parte esencial del proyecto, se llevará a cabo una reforestación integral de la ribera. Las especies vegetales utilizadas serán propias del ecosistema de ribera y procederán de viveros cercanos a la localidad, contribuyendo así a la dinamización de la economía regional y reduciendo las emisiones asociadas al transporte. Esta reforestación busca mejorar la biodiversidad, reducir la erosión, restaurar funciones ecosistémicas y contribuir activamente a los objetivos del principio DNSH (Do No Significant Harm), evitando causar perjuicio significativo al medio ambiente. Las intervenciones se alinean con los seis objetivos de este principio:

1.Mitigación del cambio climático con la recuperación de la vegetación autóctona de ribera, que actúa como sumidero de carbono.

2. Adaptación al cambio climático: las nuevas formaciones vegetales protegerán frente a fenómenos extremos, como crecidas e inundaciones.

3. Uso y protección sostenible del agua: se minimizará la erosión y la entrada de contaminantes agrícolas, mejorando la calidad del agua del río Guadalquivir.

4. Economía circular: se reutilizarán residuos orgánicos, como los lodos extraídos en fases anteriores del proyecto, y se reciclarán más del 70% de los residuos de demolición.

5. Prevención de la contaminación: las especies vegetales mejorarán la capacidad natural de autodepuración del río y elevarán la calidad del agua.

6. Protección de la biodiversidad: la restauración ecológica aumentará la conectividad y naturalidad de las formaciones vegetales, beneficiando a especies autóctonas.

Como acciones previas y su contribución, este proyecto es la segunda fase de una intervención más amplia. En la primera etapa, se trabajó en la recuperación del perfil hidromorfológico natural del río, mediante la mejora de la conectividad fluvial longitudinal con la retirada de residuos sólidos urbanos y lodos entre otras.

Dicha fase inicial ya contribuyó notablemente a varios de los objetivos ambientales del DNSH, mediante la adaptación al cambio climático, fomento de la economía circular y prevención de la contaminación, mejorando la calidad del agua al eliminar residuos.

El proyecto de reforestación se ejecutará siguiendo las tres series de vegetación naturales características del ecosistema ribereño, ordenadas en función de sus requerimientos hídricos, encontrándonos la sauceda cerca del cauce seguida de la alameda y finalmente la olmeda, situada más alejada al cauce, la cual ha sufrido un notable retroceso. Esta reforestación tiene como objetivo fundamental restaurar la dinámica natural de la vegetación de ribera, permitiendo así la evolución progresiva del ecosistema hacia su estado de madurez ecológica o clímax siguiendo las conclusiones del estudio realizado por la Universidad de Jaén sobre el grado de naturalidad de las unidades de vegetación riparia y su estrategia de recuperación en el tramo de actuación del proyecto. En cuanto al impacto ambiental, social y climático, este proyecto no solo reducirá significativamente el riesgo de inundaciones en escenarios futuros de lluvias torrenciales en la ciudad de Andújar, sino que también:

—Contribuirá a la mejora de la calidad ambiental a través de la vegetación de ribera.

—Reducirá la proliferación de vectores de plagas y enfermedades, gracias a la reactivación de las dinámicas ecológicas del ecosistema fluvial.

—Amortiguará los efectos de las olas de calor, actuando como barrera climática natural, lo que ayuda a combatir la pobreza energética en la población vulnerable.

Además, esta infraestructura verde permitirá la conectividad ecológica transversal, facilitan-do la dispersión de la flora y la fauna, actuando como corredor ecológico que conecta espacios naturales y reduce la fragmentación de hábitats. Finalmente, el proyecto facilitará la implantación de servicios ecosistémicos, y reforzará la biodiversidad urbana, proporcionando refugio y zona de descanso para diversas especies animales, incluyendo vertebrados protegidos que habitan en los entornos urbanos.

Proyecto Parque Fluvial Orgánico de Andújar: Besando, Abrazando el Guadalquivir cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU.

$!Un Sendero Fluvial en marcha