Urnas sin estrenar
Seis secretarios generales ha tenido el PSOE de Jaén desde la restauración de la democracia y todos fueron elegidos sin tener que usar el instrumento de las primarias. ¿Qué pasará ahora?
Tiene el Partido Socialista un instrumento sin estrenar: las elecciones primarias. Se trata de una herramienta útil, que sirve para elegir democráticamente a sus dirigentes y que, si se usa, nada se resquebraja. Sin embargo, nunca hizo falta tirar del manual, ni siquiera leer la letra pequeña de las instrucciones, para elegir al secretario general en Jaén. Seis ha tenido la organización más votada de la provincia a lo largo de su historia, los seis elegidos en sus respectivos congresos sin más cera que la que arde, es decir, sin necesidad de llegar a introducir en una urna un papelito con el nombre y sus respectivos apellidos. Julián Jiménez, Emilio Arroyo, Fernando Calahorro, Cristóbal López Carvajal, Gaspar Zarrías y Francisco Reyes llegaron a liderar la fuerza política con más potencia de Andalucía con el consenso como única arma. ¿Qué pasará el 29 de marzo? Nadie tiene una varita mágica para contestar a la pregunta del millón. Eso sí, candidatos hay como para responder que sí, que por primera vez se consumará un proceso electoral interno sin inaugurar.
El Comité Provincial Extraordinario, máximo órgano entre congresos, dejó constancia el sábado de que una cosa es lo que uno piense y otra distinta es lo que tengan en la cabeza los demás. Fue el propio líder provincial, Francisco Reyes, quien abrió el melón de la sucesión en los prolegómenos de una cita que dejó unas cuantas bocas abiertas. Eso sí, desde el primer segundo del anuncio de un posible proceso de relevo condicionó su continuidad a una unidad que, en este momento, es una utopía. Abrió la reunión, celebrada en el Salón Sierra Mágina de la Institución Ferial (los caminos del Dios son inescrutables), con la firme intención de dar un paso al lado y dejar que entre aire fresco en un partido con el viento a favor en el Gobierno central y totalmente en contra en el Ejecutivo autonómico. Cerró la cita con la seria amenaza de seguir al frente con la misma fuerza que en los últimos quince años. ¿Qué pasó entre una intervención y otra? Los allí presentes pueden dar fe de que fue una mujer la que introdujo el discurso distorsionador para la oficialidad: Ángeles Férriz. La portavoz en el Parlamento de Andalucía anunció, a contracorriente, su intención de regresar a Jaén como secretaria general del PSOE. El silencio en la sala fue sepulcral.
Paréntesis. Antes que ella, intervinieron unos cuantos más. Lázaro Martínez, que aspira a ser secretario general de Juventudes Socialistas en Andalucía, introdujo su discurso de vencedor. Felipe López se encargó de hacer una reflexión de política general. Otro histórico, Fernando Calahorro, habló de estar unidos en la diversidad, un concepto en el que ahondó la crítica Ángeles Jiménez Samblás. Fue ahí cuando subió al atril Ángeles Férriz. El linarense Javier Perales, el jiennense Julio Millán y el marteño Víctor Torres también tuvieron voz en un comité que dio tantos capítulos como para escribir un libro.
El caso es que la parlamentaria pilló con el pie cambiado a más de uno. Consciente de que la unidad aclamada se genera en torno a la mayoría, dejó claro que quiere liderar Jaén, un partido que le ha permitido ponerse en todas las pieles, en el que se siente privilegiada y, a estas alturas, con potestad y la fuerza suficiente como para elegir. Su decisión responde a la necesidad aclamada por las agrupaciones de introducir un cambio, una etapa que pasa por ilusionarse uno mismo para seducir a la colectividad. La militancia goza de madurez y, aunque buscará la unidad en torno a su candidatura, no hay temor para usar la herramienta de unas elecciones primarias. “Esto va de convencer, ilusionar, construir y ganar elecciones”, llegó a decir en un estrado en el que, eso sí, pidió respeto.
Ángeles Férriz sabe que tiene la piscina llena de agua y, salvo giros en el guion político procedentes del próximo congreso regional, se lanzará de cabeza. Hay quienes dicen que no está autorizada por parte de María Jesús Montero, la secretaria general del PSOE de Andalucía a partir del 23 de febrero, para dar el salto. Otros aseguran que lo hace porque sabe que su etapa está agotada en Andalucía... Interpretaciones hay tantas como voces en el seno interno de un partido en el que siempre se impuso el silencio en busca de la deseada unidad, pero el mensaje de “Laissez faire” regional, incluso nacional, no cuela.
No se queda ahí la “cosa”. Hay que tener en cuenta que el alcalde de Arjona, Juan Latorre, recaba apoyos desde hace meses para presentarse como candidato a la Secretaría General del PSOE de Jaén. Su perfil cuadra a la perfección con el encargo, una persona preparada, procedente del municipalismo y con carisma para sumar. El problema es que, desde el principio, está considerado como el ungido por Francisco Reyes y, en este sentido, quienes promulgan el cambio no están dispuestos a tragar ruedas de molino. Así de claro. Otro nombre más. El alcalde de Marmolejo, Manuel Lozano, tampoco está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. El líder de la organización con más peso de la provincia después de la capital, hace cuatro años se prestó a liderar el movimiento de la sucesión y cedió a la continuidad sin pedir nada a cambio. Ahora nadie cuenta con él y, en este sentido, si hay que dar el paso y que salga el sol por Antequera, también estará de Dios.
Dicen los entendidos en la materia que todavía queda mucho camino por recorrer hasta llegar al 29 de marzo, fecha en la que se celebrará el congreso provincial que despejará todas las dudas. Son los mismos que piensan que, en este momento, el que tiene todas las cartas para continuar es Francisco Reyes. No hay que olvidar que puso una condición sobre la mesa: la unidad.

EN CORTO. Recetario para el Partido Popular provincial
Nada sucede porque sí. Las últimas visitas de líderes nacionales del Partido Popular a la provincia refrendan la necesidad de establecer una hoja de ruta en el Partido Popular de Jaén, que tiene como principal encargo conquistar la Diputación Provincial de Jaén y regresar a la Alcaldía de Jaén, para la que, por cierto, se buscan aspirantes para intentar no llegar tarde a la siguiente cita. El Partido Socialista se rearma con los últimos movimientos orgánicos y la oposición en la provincia recaba apoyos hasta debajo de las piedras para que las matemáticas hagan su trabajo en cada una de las comarcas. Hay “ovejas descarriadas” en siglas minoritarias que pueden sumar, aunque la principal no podrá conseguirla. Ser el alcalde más votado de la provincia en todas las citas electorales municipales, independientemente del signo bajo el que se presente, tampoco es por casualidad.