¿Quién mató al muerto?

Agricultores de La Campiña, con el respaldo de sus alcaldes, consiguen paralizar el expediente para que el paisaje del olivar sea declarado por la Unesco ante las dudas sobre la protección

07 may 2024 / 08:00 H.

¿Quién mató al muerto? Detrás de esta pregunta se esconde una larga historia que comenzó, hace más de una década, con el impulso de una candidatura a la Unesco para declarar el paisaje del olivar de Andalucía Patrimonio Mundial de la Humanidad. Resumir la trayectoria de un interesante proyecto para las perspectivas turísticas de la provincia puede resultar contraproducente, pero resulta importante destacar que, en los últimos tiempos, los agricultores de los municipios de una de las zonas en las que se divide el territorio pendiente de protección internacional, conocidas como C-14, se revolvieron contra el expediente para mantener intactos sus derechos de propiedad. No eran ni dos ni tres, sino muchos más, incluidos alcaldes de la comarca de La Campiña, de diferentes signos políticos, que apostaron por defender a sus vecinos y, al final, lo consiguieron.

“Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos” es una iniciativa de las fundaciones Savia y Juan Ramón Guillén que asumió promover, en 2014, la Diputación Provincial de Jaén y que, después de una década de trabajo, estaba ya en la Unesco para su debate. Incluye territorios de cinco provincias y participaron sus cinco diputaciones y universidades, el resto de administraciones y las organizaciones agrarias. La Junta de Andalucía también respaldó la iniciativa con la presencia del delegado del Gobierno regional en Jaén, Jesús Estrella, en una comisión que, ahora, está hecha añicos. Lo mismo ocurrió con la institución académica jiennense, pero, ojo, el rector, Nicolás Ruiz, nunca formó parte de las reuniones, sino que delegó competencias en el vicerrector de Comunicación, Alberto del Real. Algo tendrá el agua cuando la bendicen...

El caso es que, en los últimos tiempos, el “run run” de los agricultores con fincas en el C-14 y su zona de amortiguamiento se hizo cada vez más fuerte mientras todos los implicados en la organización de impulso a la candidatura miraron hacia otro lado. Hubo quienes llegaron a decir que por dos o tres propietarios de olivos no se iba a paralizar un expediente que será un revulsivo para la provincia. Sin embargo, entre bambalinas, hubo quienes avivaron las llamas de la discordia por su profundo desacuerdo con un proyecto que no es de todos y que, aunque haya quienes lo nieguen, genera conflicto territorial. ¿Por qué los representantes de organizaciones agrarias que también son dueños de olivos no incluyeron sus fincas en el expediente? Por ejemplo. El “quid” de la cuestión está en la protección que se incluye en “Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos” y, sobre todo, en las dudas que genera. Los representantes de las fundaciones Savia y Juan Ramón Guillén aseguran que la plausible declaración no supone limitaciones para el territorio afectado. El problema es que los evaluadores de la Unesco, cuando visiten la provincia para conocer la propuesta que lleva España en 2025, preguntarán por una figura que, si no existe, carecerá de sentido una protección internacional. ¿O no?

¿Quién mató al muerto? El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, fue quien puso el cascabel al gato en un entierro en el que tiene vela, tanto él como el resto de dirigentes cuyos municipios están incluidos en un proyecto que tiene en vilo a sus agricultores. Tiró de las redes sociales para asumir la autoría de la “matanza” mientras el resto buscaba el mejor sitio para aparecer en la foto de la sepultura y, al final, se encontró respaldado por quienes, como él, están donde están gracias al voto de sus ciudadanos. Esto no es cuestión de colores políticos, sino de aprender de los errores, levantarse con fuerza en un tropiezo y empezar a trabajar, con luz y taquígrafos, en una declaración universal que sea buena para Jaén.

¿Quién mató al muerto?

Tuvo que salir a la palestra el presidente provincial del Partido Popular, Erik Domínguez, ante el ruido que existe contra la consejera de Salud, la jiennense Catalina García, con colectivos de peso en contra de su gestión al frente de una de las carteras más complicadas de todas cuantas dirige el Gobierno autonómico. “En nombre de todos los compañeros que formamos el PP jiennense queremos expresar todo nuestro apoyo y ánimo ante una campaña de acoso y derribo político inhumana”, expresa en un comunicado, en el que añade: “Es un escándalo más de un PSOE que no sabe qué hacer ya para frenar la valoración tan positiva y en ascenso que los andaluces hacen de este Gobierno”. La verdad es que no empezó con buen pie la consejera el mandato, enfermera de profesión, que tiene a los médicos en contra y, ahora, los farmacéuticos, en el plural mayestático, de tal forma que lidiar con los dos gigantes del oficio resulta complicado en un momento en el que afloran las críticas por las listas de espera, las vacantes en Atención Primaria y unos cuantos problemas más que hieren la sensibilidad del ciudadano. Sin embargo, todo apunta a que no habrá cambios a la vuelta de la esquina, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.

EN CORTO. ¿Qué pasa con el Conservatorio de Danza?

La plataforma que impulsó la construcción un Conservatorio de Danza en Jaén no sale de su asombro. A través de su representante, Raquel Borja, emite un comunicado en el que muestra su desconcierto ante el silencio de la Junta de Andalucía con un proyecto con el que siempre estuvo a favor, porque no puede ser la provincia menos que el resto de las siete vecinas cuando hay cantera suficiente para llenar un Conservatorio que consideran necesario. Tendrá que responder el delegado territorial de Desarrollo Educativo, Francisco José Solano, después de que su antecesor anunciar, en 2021, una dotación presupuestaria de 2,7 millones de euros. ¿Dónde está la partida?

Respaldo del Partido Popular jiennense a la consejera de Salud