Nombres y apellidos

La intervención del anfitrión en el cónclave federal del PSOE desconcierta a la militancia y la continuidad de Juan Espadas al frente de las siglas en Andalucía queda en el aire. Se abre el relevo

03 dic 2024 / 08:00 H.

Terminó un fin de semana intenso para el Partido Socialista en una ciudad, Sevilla, que atrajo todas las miradas en un momento crucial para el presente y el futuro de una fuerza política que aspira a recuperar el terreno perdido. Puede presumir Pedro Sánchez de una unidad sin precedentes en torno a una figura —la suya— que sale reforzada, con ganas de más, con aspiraciones de continuidad en el poder y con la firme convicción de que no hay tsunami que pueda con las siglas del puño la rosa. La militancia en bloque se posiciona a su lado y, sin embargo, de Despeñaperros hacia abajo se barrunta tormenta, ruptura, división y todos los sinónimos y las metáforas que significan un antes y un después. Quienes estuvieron presentes, salvo las excepciones que confirman la regla, tienen la sensación de que Juan Espadas, actual líder regional, perdió la oportunidad de abrochar su permanencia al frente de una organización que, ahora, clama por la renovación, paradójicamente, en silencio.

Todavía no están recogidos los bártulos del congreso federal cuando ya se prepara el escenario para el andaluz, con fecha incluida, 22 y 23 de febrero para más señas, incluso con el lugar elegido, el municipio granadino de Armilla. Apremia el tiempo después de la intervención que abrió la cita sevillana, donde aseguran que el anfitrión no estuvo a la altura de las circunstancias, se fue por los cerros de Úbeda y aburrió al personal con un discurso que generó dudas y desconcierto. Hay quienes dicen que fue él en estado puro. Sin paños calientes ni más cera que la que arde. Echaron leña al fuego los dirigentes provinciales con peso que, como el caso del jiennense Francisco Reyes, dijeron mucho sin decir nada. No hay que perder de ojo a los críticos, que llevan tiempo recabando apoyos en las ocho provincias, se frotan las manos desde aquel momento y están, literalmente, que se salen. Ahora tienen más en sus filas y la palabra renovación brilla con la fuerza de las luces de Navidad. Remató la faena el líder entre los líderes con una clausura en la que omitió al protagonista y se limitó a subrayar que Andalucía volverá a ser socialista. “Dixit” Pedro Sánchez.

El caso es que empiezan a sonar nombres y apellidos como posibles candidatos para sustituir a Juan Espadas al frente del Partido Socialista en Andalucía, un hombre o una mujer con un perfil moderado que pueda mirar cara a cara a Juanma Moreno en la próxima cita con las urnas, que es lo verdaderamente importa. Sirva como ejemplo Juan Francisco Serrano, padre por segunda vez en medio de un cónclave en cuya organización estuvo inmiscuido hasta las trancas y que, sin embargo, se perdió por una excelente causa. El jiennense, por cierto, continúa como secretario adjunto de Organización en la nueva Ejecutiva Federal, lo mismo que Francisco Reyes y Jacinto Viedma, en el comité. Si tú me dices ven, lo dejo todo... Dice la canción. No pierde fuelle la provincia. Otra de la tierra, Ángeles Férriz, se aferra a las quinielas en las que siempre está, porque lo mismo vale para un roto que para un descosido, tiene fuerza en su discurso, la avala su trabajo y es un baluarte del socialismo andaluz e, incluso, nacional. El 10 de diciembre, que está a la vuelta de la esquina, se despejarán dudas en torno al calendario para presentar candidatos y, en cuanto los críticos dejen claro que su alternativa no será Luis Ángel Hierro, sino otra, empezarán a moverse los cimientos de los aspirantes a la renovación.

Hay más perfiles que encajan en un puzle en el que lo único que se sabe, en este instante, es que la continuidad de Juan Espadas está en el aire, un anfitrión que ha conseguido llevarse los titulares con los cuerpos de letra más grandes de un congreso federal en el que el foco estaba en Pedro Sánchez y se desvió. Jaén tendrá mucho que decir, pero sin precipitarse ni llegar los últimos. Escuela de Gaspar Zarrías. Amén.

Nombres y apellidos

IU de Lopera, la crónica del desamor en tiempos de guerra

Hay un proyecto en Lopera que tiene al municipio dividido entre quienes abogan por la instalación de placas fotovoltaicas en medio del olivar y otros que prefieren mantener el paisaje. No hay que perder de vista que este fue uno de los lugares incluidos en el componente 14 del expediente fallido que a punto estuvo de concurrir ante la Unesco, agricultores que se opusieron a que alguien pudiera atentar contra sus derechos como propietarios. El caso es que Izquierda Unida aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para sacar a paseo su desamor con el Partido Socialista, con quien abrochó un pacto de Gobierno al comienzo del mandato que, al cierre de la edición de esta crónica, está más en el aire que la continuidad de Juan Espadas como secretario general en Andalucía. Los tres concejales que forman parte del equipo que lidera María del Carmen Torres como alcaldesa —el PSOE tiene cuatro ediles— están que ni se atean entre ellos y ponen en el foco de la discordia a la diputada Isabel Uceda. Y, en medio, el Partido Popular, que tiene algo que ver en las expropiaciones de la discordia por su relación con la Junta de Andalucía, tiene en sus manos la posibilidad de barruntar una moción de censura. Tiempo al tiempo.

EN CORTO. ¿Romperá en bloque Jaén Merece Más con el Partido Popular?

Jaén Merece Más continúa recabando militantes en la provincia para fortalecer un partido que tiene que tomar una decisión antes de que termine la legislatura municipal. El ejemplo está en Puente de Génave, donde una de las exconcejalas de Vox estudia la posibilidad de fichar por esta fuerza política. Hay “run run” sobre la posibilidad de ruptura con el Partido Popular, en bloque, más pronto que tarde. Sin embargo, todo parece indicar que hay diversidad de opiniones y que el principal escollo está en Baeza, donde Bartolomé González quiere continuar con su apoyo a los populares por los siglos de los siglos. Amén. El tiempo apremia y, mientras tanto, queda esperar.