La historia se repite

Los problemas derivados de la sanidad pública estallaron en los ojos de Susana Díaz sin que ella fuese capaz de verlo hace siete años y, ahora, Juanma Moreno tropieza con la misma piedra

28 oct 2025 / 08:00 H.

Las últimas encuestas revelan, por primera vez, que la principal preocupación que tienen los ciudadanos es la situación en la que se encuentra la sanidad pública. El síntoma más evidente del problema que late en la sociedad actual se ve cada día en el corazón de las urgencias de los centros hospitalarios, donde se refugian los usuarios mientras esperan que les llegue una carta con su citación. Ya se sabe que, a falta de pan, buenas son tortas. Hay servicios totalmente desbordados y, aunque la necesidad de profesionales es lo que verdaderamente lastra un sistema que siempre fue modélico, la falta de organización interna estalló como una bomba explosiva con la crisis de gestión de los cribados de cáncer de mama. El soniquete de la coyuntura sanitaria tiene su particular eco en las ocho provincias, con música de fondo incluida para Jaén, una tierra en la que falla hasta el suministro eléctrico para que las catenarias inyecten energía a esos trenes que transportan vidas. La historia siempre se repite. No hay más que recordar el contexto con el que irrumpió el Partido Popular en Andalucía en 2018 para comprobar que, ahora, el Partido Socialista está dispuesto a devolver la moneda. Todo tiene su interpretación. Desgraciadamente, la sanidad es la mejor herramienta para hacer política y, sobre todo, rascar votos en las urnas.

Los socialistas jiennenses, además de ejercer su labor de denuncia, aprovechan las circunstancias para airear las pancartas, situarse a la izquierda del ciudadano y enfrascarse en una batalla que no ha hecho más que empezar. Los alcaldes se organizaron, primero, en la comarca del Alto Guadalquivir para apoyar a los cazorleños en la guerra todavía abierta por el traslado del centro de salud al Centro Hospitalario de Alta Resolución, fuera del casco urbano. Ahora están los dirigentes municipales de La Campiña en garras por los problemas internos que afloran en el Hospital Alto Guadalquivir de Andújar, dirigido, curiosamente, por la portavoz del Partido Popular en Porcuna, Lucrecia Sánchez, con capacidad para ver unidos en una manifestación a Juan Latorre y Manuel Lozano. No será fácil desenredar la madeja con los profesionales desbordados y con servicios mermados que quienes tienen las competencias de la gestión no ven o, posiblemente, no quieren ver.

El caso es que todavía quedan meses para las elecciones autonómicas y hay margen de maniobra para que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, pueda continuar al mando de un timón que puede ir a la deriva por culpa de lo que verdaderamente hundió el que maniobraba Susana Díaz en aquellos tiempos de zozobra sanitaria. Un año de movilizaciones le costó admitir a la expresidenta “algún problema” en los prolegómenos de la determinante cita con las urnas, concretamente en aquel discurso de Navidad, mientras los andaluces caminaban con la impresión de que las mareas blancas y los gritos al oído no iban con ella y, en consecuencia, con su partido. Allí estaba el Partido Popular, al pie del cañón de las pancartas, con un candidato dispuesto a demostrar que el Partido Socialista no calibró el desgaste con un adelanto electoral amparado en evitar la coincidencia con las generales de Pedro Sánchez. Incomprensible resulta, ahora, que una de las promesas con las que Juanma Moreno llegó al poder autonómico sea, siete años después, el problema principal que ven los andaluces en las encuestas que miden la temperatura política y social. Desviar la mirada no puede ser el camino de la solución. Los jiennenses, como el resto de los ciudadanos de esta tierra, necesitan una firme apuesta por la salud. No basta con pedir perdón. La mejor legitimación de la clase media consiste en proporcionar una sanidad pública que nada tenga que envidiar a la privada. Aviso a navegantes.

Las encuestas autonómicas y en análisis político de Jaén Merece Más

Tiene Jaén Merece Más en sus redes sociales la publicación de la interpretación política de una encuesta electoral que no puede pasar desapercibida. Señala que los últimos sondeos dejan al Partido Popular de Andalucía al borde de perder la mayoría absoluta, con tres escaños menos que los que obtuvo en 2022. De esta forma, aseguran sus analistas que si el partido provincialista logra un parlamentario, en el caso de que presente candidatura a las elecciones autonómicas —claro está—, la voz de Jaén será “absolutamente determinante” para poder conformar gobierno con el fin de que la agenda jiennense de las asignaturas pendientes esté presente en el centro neurálgico de la toma de decisiones en Andalucía. ¿Jaén Merece Más estará dispuesto a llegar a acuerdos con el Partido Popular en Sevilla después de romper en el Ayuntamiento de Jaén? Todo son elucubraciones en la cuenta hacia atrás para el final de un mandato en el que lo que sí será determinante será la situación de la sanidad pública. Los partidos políticos empiezan a mover ficha y ya empiezan las reuniones con sus parlamentarios para ver en qué posición está cada uno y tomar la temperatura al ambiente hasta de elaborar las listas. Difícil.

EN CORTO. Otro capítulo más del tren y sus averías

Todo sigue igual en la provincia de Jaén, en lo referente a la situación ferroviaria. El autobús se ha convertido en el medio de transporte que más seguridad da para llegar a tiempo al destino hacia el que los usuarios viajan. La última incidencia más sonada ocurrió la semana pasada, con todos los servicios parados por culpa de una avería en el suministro eléctrico que dejó sin tensión, incluso, la Estación de Tren. No basta con tener la promesa de la llegada de la alta velocidad a la provincia, a través de la construcción de un baipás en Montoro, sino que es fundamental que lo que ya existe no sólo se mantenga en condiciones dignas, sino que se refuerce con medidas que aseguren a los usuarios que reciben el servicio que merecen con el precio que pagan.