Cerrado por vacaciones

Situación tercermundista en la provincia con trenes que se averían y teléfonos que se descuelgan sin visos de solución en medio de una radiografía política nacional para salir corriendo

24 jun 2025 / 08:00 H.

La radiografía de la política nacional tiene a los ciudadanos sumidos en un estado prolongado de hartazgo que tendrá su máxima expresión en el único instrumento que tienen en sus manos: las urnas. No corren buenos tiempos para lírica en un contexto que, ampliado a lo internacional, hace que la solución esté en el apagón en todos los sentidos, porque las buenas historias ni están ni aparecen en los informativos. El problema es que, mientras se dirimen en los juzgados artimañas que vilipendian lo público, hay cuestiones del día a día que complican la vida de quienes se levantan cada mañana para acudir al tajo y, a tenor de las circunstancias, no hay visos de inminente solución. La situación ferroviaria de la provincia es una de esas asignaturas pendientes que hipotecan el presente de usuarios de todas las edades que, cada vez que compran un billete, se ven obligados a rezar el rosario y encomendarse a todos los santos.

El tercermundismo del sector se hizo evidente el viernes pasado, a la altura de Jabalquinto, donde los viajeros tuvieron que aguantar cinco horas parados en una vía, a cuarenta grados en la sombra, sin aire acondicionado y sin agua. Hubo intentos, según los testimonios allí presentes, de arreglar la incidencia con la llegada de otro tren cuesta abajo y sin frenos. El esperpento del desvarío sembró la indignación entre quienes pagaron por un servicio que no existe en la tierra del olvido. Importante es para el presente y el futuro de Jaén la conexión con la alta velocidad para que las empresas fijen su mirada en un territorio con un posicionamiento geográfico estratégico. Sin embargo, la propuesta de subir al tren del siglo XXI tiene que casar, obligatoriamente, con el mantenimiento y la mejora de la infraestructura convencional, la que utiliza el común de los mortales para que el transporte público gane terreno al vehículo privado. La sensación que tiene el jiennense de a pie es que, después de las promesas del oro y el moro, todo sigue igual. ¿Cuántas reclamaciones quedaron impresas en la última incidencia ferroviaria? La respuesta es el fiel reflejo de la nula responsabilidad que, como ciudadanos, tenemos en una sociedad en la que el conformismo y las prisas por llegar pronto al destino nos ciegan. Metámonos todos en el mismo saco y que paguen justos por pecadores, porque, aunque duela, esa es la realidad. Jaén tiene lo que merece.

Mientras se sucede el cúmulo de despropósitos en vías abandonadas y en trenes propios de otras épocas, llueven los proyectos encaminados a visualizar una gestión que nunca llega. El ejemplo es reciente. El ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, trajo una intermodalidad debajo del brazo como solución al estrangulamiento ferroviario de la zona Norte y Oeste de la capital jiennense, con compromiso incluido de un baypass en Montoro cuando pueda ser. Nadie sabe en qué situación se encuentra el ideario gubernamental que tiene un hilo conductor político ahora en tela de juicio y, mientras tanto, la Junta de Andalucía, que es la que tiene que poner el parné, se reúne con colectivos para escuchar sus voces en un momento en el que interesa el rechazo. Curioso. Quienes estaban en contra del traslado de Renfe a Vaciacostales en tiempos de Carmen Peñalver, en línea con el modelo de movilidad impuesto por el tranvía, ahora reclaman lo que desechan los suyos. Inadmisible. La política llena de contradicciones una actualidad que anima a los ciudadanos a salir corriendo, eso sí, en vehículo particular, porque el tren está para declarar oficialmente la huelga y colgar el cartel de “cerrado por vacaciones”.

Recogida de firmas en el PSOE para pedir el cese de Pedro Sánchez

Son los históricos del Partido Socialista en España, tuvieron peso durante y después de sus respectivos gobiernos y, aunque salen poco a la palestra de lo público, lo cierto es que siempre están entre bambalinas, vigilantes ante el devenir de los tiempos, atentos a los movimientos del presente y con la libreta abierta y el bolígrafo preparado para tomar nota y, en el caso de que las líneas se tuerzan, intervenir. Tienen nombres y apellidos y, en estos momentos de zozobra política, impulsan una recogida de firmas por todo el país para pedir la dimisión de su secretario general, Pedro Sánchez, con párrafos mediante los que argumentan una petición a la que, en la provincia de Jaén, se suma un jiennense que tuvo y retuvo. El mensaje se distribuye a través del teléfono móvil, vía mensaje, y pronto se hará público. Todavía están revisando el contenido, con cortas y pegas encaminados a mejorar un texto que viaja por todas las provincias en busca de respaldo. Quienes están invitados a estampar su firma están convencidos de que nada servirá la propuesta, pero sí quedará para la posteridad en forma de declaración de intenciones y, sobre todo, de posicionamiento interno en un partido hecho trizas.

Siguen las gestiones para construir un hotel de cinco estrellas

Tiene en su hoja de ruta el alcalde de Jaén, Julio Millán, construir un hotel de cinco estrellas en el edificio del Ayuntamiento, en la mismísima Plaza de Santa María, y mantiene activas las reuniones con empresarios de la provincia para diseñar una concesión administrativa que revolucionará el turismo jiennense. Sin embargo, no se ciñe el proyecto exclusivamente a tan monumental inmueble, sino que hay más en un proyecto que incluye el traslado y la concentración de las sedes administrativas en lo que hoy en día es Correos. El pleno votó una cosa y, a todas luces, la realidad es otra. Puede, incluso, que se alce otro hotel de categoría máxima en el entorno de la Institución Ferial.