Una Feria que revive el pasado
San Lucas llega a su fin, doble fin de semana, con un tiempo fuera de lo común, no ha llovido > No hay fiesta más abierta en toda España que nuestra San Lucas > Ya quisieran otras ferias nuestro ambiente
No hay Feria como la nuestra, podré decirlo, como lo hago desde 1984 que aterricé en el antiquísimo Ferial de La Vestida y el ‘tablao’ de Manolita Ché, o como lo hago ahora, con un Real sin comparación con las ferias de toda España. Uno, porque está plano en una ciudad hecha de fiesta, literatura y cuestas y dos, porque no hay caseta en la que te impidan la entrada. Dicho a lo grande, mientras en ciudades de gran renombre se fomenta el exclusivismo y hasta diríase el clasismo, en Jaén nada de eso vale. Cada caseta es un ambiente, cada módulo supone un encuentro con la gente de tus entrañas, sea tu barrio o tu cofradía. Si te decides por una calle, ea, nada como apostarte en el mismo centro de la marcha y dejarte llevar por la música que te pongan a un lado y a otro. Sales de fiesta, quieres evadirte y disfrutar y, lo digo de nuevo, no hay ninguna como San Lucas.
Tiempos los nuestros donde los valores se evaporan según las creencias, casi nunca firmes y definitivas, pero es que si hay algo que identifique a una ciudad como la nuestra es San Lucas, que ni fue santo nunca ni tampoco patrón, pero aglutina un sentimiento de fin de fiesta que otras ciudades no podrán tener. Tras el Pilar de Zaragoza, es la Feria de Jaén la que despide el calendario hasta el año que viene y los jiennenses nos lo tomamos al pie de la letra. No hay más que ver la foto que acompaña este texto, tomada a las siete de la tarde, un mar de jaenerismo disfrutando al aire libre de su Feria sin procesión, pero con la autoestima por bandera. No hay que imaginarse mucho para que veamos mentalmente cómo estaría esta madrugada, cuando la Rotativa imprime los miles de periódicos de un Diario JAÉN del domingo, que antes ha recorrido varios centenares de aldeas, pueblos y ciudades, para trasladar la alegría de cada rincón de la provincia y ahora lo hace con la capital. Siendo todo lo repetitivos que permite la alegría y la fiesta, acabo esta Crónica de la Semana número 1.697 (nació en noviembre de 1992) apelando a la alegría como marchamo imperecedero de San Lucas.

Una feria abierta, tranquila y fiestera
Vivir y dejar vivir, reír y bailar, todo en común
Daron Malikian, músico armenio: “Entre la cordura y la locura, se encuentra la fiesta”.
> ¡A rematarla hoy!
Federico Gaitán, presidente Feriantes: “Venimos a la Feria de Jaén con ganas y con melancolía también, porque es la última y hasta abril no volvemos a los pueblos
con las atracciones”.
> ¡Qué trabajo más sacrificado el suyo!
Irma Soriano y Rafaela Bolívar: “Nos pasamos un día por la Feria, para disfrutar de los paisanos; luego vamos al cementerio
y le recordamos a mi padre cuánto lo queremos y que nos siga esperando aún”.
> ¡Grandes, muy grandes madre e hija!
> Apostaron por quien no era ella y es la única que se ha paseado con los ‘no apostadores’ por todo el Real de la Feria
> Este San Lucas concluyen los contratos de varias grandes casetas, que son “revendidas” por un dueño multipropietario