No, pero sí; sí, pero no
No hay analista político en Andalucía que no hable de Juan Francisco Serrano para empezar a socavar el reinado de Moreno Bonilla > El exalcalde de Bedmar no se ha pronunciado, hará lo que se le diga; creemos > Espadas parece que es “finito”
Expectación máxima por el futuro del Partido Socialista en Andalucía, dado que el presente y, muy especialmente porque el ungidor Sánchez no habló de Espadas en el reciente Congreso Federal de Sevilla, será pronto pasado, claramente pretérito imperfecto. O no, quien sabe realmente en política que de un día para otro los blancos se vuelven negros y no hay posibilidad alguna de grises. Con todo, no hay análisis político que sostenga en este momento que Juan Espadas va a repetir como secretario general de los socialistas andaluces, la mayor federación de toda España y clave para todo tipo de Gobierno, sea del color que sea. No hay otra, aquí y en Cataluña se decide normalmente el color del inquilino de La Moncloa. Así las cosas e iniciado este viernes en Jaén el periodo congresual ya sí que se han disparado las teorías y se agigantan las apuestas con Juan Francisco Serrano.
Juan Francisco Serrano es diputado al Congreso por la provincia de Jaén y persona clave en la ‘fontanería’ de Moncloa y del Gobierno. Mano derecha del todopoderoso secretario de Organización, el navarro Santos Cerdán, lo acompañó en sus negociaciones a Suiza para sellar el acuerdo con los independentistas catalanes para formar el Gobierno al que la derecha mediática madrileña llama “Frankestein” y se está haciendo imperecedero pese a todos los peses que sobre él recaigan y pronostiquen. Serrano, exsecretario general de las Juventudes Socialistas y exalcalde de Bedmar, la cuna del secretario general provincial y presidente de la Diputación, Francisco Reyes, pensó un tiempo en relevarle y, curioso, algunos de los que ahora lo aplauden con efusividad, no estaban dispuestos/dispuestas entonces a darle su voto porque iba a ser ungido. En este momento en el que en la Andalucía política no se habla de otra cosa, Serrano por Espadas, él guarda silencio. De primeras es que no, pero si lo llama Pedro Sánchez será que sí, aunque no entre en sus cábalas. Conociéndolo un poco y sabiendo del cainismo sevillano con quien no siendo de allí quiere controlar el partido en toda Andalucía, quizá este sería su último deseo. A ver Moncloa qué decide.

Toda moción de censura, legítimamente democrática, tiene su aquél y el desamor político instantáneo provoca un vacío enorme que dejará huella de por vida. El equipo de Gobierno de Agustín González disfruta un cruento vía crucis navideño: Recordará eternamente que organizó una Cabalgata de Reyes sin abrazo final a Sus Majestades y, por si faltara poco, la San Antón queda completamente en manos de sus contrincantes políticos. Las luces de Navidad les “dañan” la vista. No se lo esperaban; para nada.
Barrunta el PP tiempos complicados para su futuro en la capital, la base no entiende cómo se les puede haber escapado la Alcaldía, con tantos avisos de JMM en los últimos tiempos y se señala con dedo unánime a Sevilla. Desamparados los populares por quien controla la manija del presupuesto de la Junta de Andalucía, cercano a los 50.000 millones de euros, ahora la pregunta es qué será de Agustín González, si resistirá la portavocía o si los cantos de sirena llaman a la concejal engrandecida “por otros tiempos”.
Edward Forster, novelista inglés: “Me gusta la Navidad en conjunto. A su torpe manera, acerca la paz y la buena voluntad. Pero es más torpe cada año”.
> ¡Creamos que no!
Juan Manuel Camacho, presidente de JMM: “Las pruebas del tranvía son un ejemplo de las exigencias que trasladamos a la Junta de Andalucía”.
> ¡Fue antes de la moción de censura y por aquí llegará la venganza política!
Eva y Qué, humorista: “Dijeron Faemino y Cansado que ‘el humor es el orgasmo de la inteligencia’ y está escrito en muchos de mis sitios personales”.
> ¡Humor grande en femenino singular!
> Ha pasado por todos los cargos en su pueblo, se vino a Jaén, pero sigue mandando en su pueblo dos décadas después.
> No hay Alcaldía con mayores problemas económicos y tampoco con más querellas judiciales.