Un mundo volátil y sin rumbo
Los aranceles se abren paso en este nuevo mundo que asiste atónito a una forma de gobernar errática y sin el sentido más mínimo de decencia humana. Lo único que parece guiar las pretensiones del nuevo mandato de Donald Trump en la Presidencia de los Estados Unidos es la grandilocuencia de la política ultraliberal de un personaje nacido para la egolatría extrema. Podría afirmarse con rotundidad que el mundo es más inestable desde su llegada al poder y que los Estados Unidos de América actuales sucumben a una inestabilidad económica desconocida; dicho de otra forma, con los aranceles de Trump, forjados desde la supremacía de un país poderoso en lo económico y en lo militar, el dólar norteamericano es más débil y la secuencia macroeonómica de este nuevo rumbo en las relaciones bilaterales amenaza sobremanera con afectar directamente a las familias norteamericanas, las misma clase media que dice pretender Trump con esta alocada guerra de cobrar porque lo que este país necesita y no produce en las cantidades que necesita. En un primer estadío con aranceles en cifras de dos dígitos, los supermercados de ese primer mundo que representa América del Norte se vieron afectados y con estanterías vacías en contrasentido exremo, poder pagar lo que se quiera y no poder cobrarlo porque su “mandamás” ha querido dejar claro quién mandaba, saltándose las más elemental de las normas de dignidad nacional y soberanía patria. Amén de esta volatilidad de este mundo que no ha hecho más que empezar de la mano de Donald Trump, y lo que afecta a los españoles y los jiennenses, tras la aceptación de un 15 por ciento de aranceles a toda la Unión Europea, habría que preguntarse si todo lo que un país quiera hacer lo va a hacer. ¿No hay límite alguno para la dignidad de este mundo y los seres humanos que lo habitan? ¿Será desde este momento la economía y nada más que la economía lo único que base las relaciones entre países? ¿Es razonable que no haya equilibrios y contra poderes a esa fortaleza de un país que hace lo que quiere y cuando quiere? Sin dudarlo, estamos peor que hace un años en esos parámetros, el mundo es menos justo y e igualitario.