Un instrumento necesario
La capital necesita un Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) para poder avanzar. El proyecto que está vigente se encuentra totalmente desfasado y es urgente la existencia de una planificación que permita que el crecimiento sea con criterio y sentido común para ofrecer oportunidades de presente y de futuro. Son muchos los cambios experimentados en las últimas décadas en la trama urbana, sobre todo con la creación de la primera línea tranviaria, por lo que el modelo de movilidad diseñado para orientar el tráfico hacia el uso masivo del transporte público tiene que ser acorde con un nuevo orden que también recoja regularizaciones históricas pendientes. Las construcciones nuevas y las reformas de las ya existentes necesitan se deben regir por un documento que tenga capacidad para dar respuesta a las demandas comerciales, ambientales, de zonas verdes, de movilidad y, fundamentalmente, a la accesibilidad universal. En este sentido, la participación de los colectivos y de todos los grupos políticos que tienen representación en el Ayuntamiento de Jaén es clave, porque siempre es bueno que haya diálogo e intercambio de opiniones antes de tomar una decisión tan sumamente trascendental. Eso sí, son los profesionales del ordenamiento urbanístico los que están obligados a trazar un proyecto que no se puede quedar estancado ni metido en el cajón del olvido, un paso primordial para que reciba el visto bueno de todas las administraciones públicas implicadas en el proceso que lleva a su aprobación definitiva. El PGOM es, además, el mejor instrumento para proteger enclaves con valores patrimoniales y pasajísticos que nadie puede permitir que se pierdan para siempre.