Un día más, como cada día

    30 abr 2025 / 09:10 H.
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    Este periódico que hoy tienen en sus manos está reducido a la mitad, no nos ha sido posible completar las páginas habituales por las razones que ustedes pueden imaginar. Al Polígono de los Olivares, la luz llegó a las 1:04 de esta mañana y tras una treintena de minutos de reinicio de los programas y los sistemas operativos, la plantilla al completo se puso a confeccionar este periódico de un día histórico porque nunca antes había ocurrido un apagón general. Es nuestra obligación estar un día más, como cada día desde el 1 de abril de 1941 porque no entendemos la profesión sin la responsabilidad del servicio ciudadano a través del compromiso con todos y cada uno de ustedes. “La Crónica del Gran Apagón” la hemos titulado sobre un fondo negro, obviamente, y aquí tienen lo que ocurrió mientras ustedes estaban ya en casa, al resguardo y con la prevención de qué podía estar pasando. Es la crónica periodística de una jornada que tuvo ebullición plena en las gasolineras y en los supermercados, que agotó el pan de las panaderías en un santiamén y que provocó los consabidos problemas a quienes les pilló a las 12:33 minutos en el ascensor.

    Las Fuerzas de Orden Público, ya de por sí extenuados con la romería de la Virgen de la Cabeza, redoblaron esfuerzos dando pruebas fehacientes de su profesionalidad y atendiendo, conjuntamente con Bomberos y Protección Civil a las personas que demandaban sus servicios, subir a su piso alto para las personas mayores o necesidades básicas para enfermos que no podía acudir a las farmacias. Nada que lamentar en exceso, si acaso la psicosis generalizada de una sociedad que no acertaba a entender que en Occidente, en el llamado Primer Mundo, pudiera estar pasando algo así, por lo que las especulaciones se dispararon sobre si había sido un ataque cibernético, algún país extranjero interviniendo a propósito, dado, además que el mismo gobierno no descartaba ninguna de las hipótesis. Ya de madrugada supimos a través de Red Eléctrica que “15 gigavatios de generación se perdieron súbitamente del sistema, en apenas 5 segundos, algo que no había ocurrido jamás” y por si necesitamos concretar, sepamos que 15 gigavatios equivalen aproximadamente al 60% de la demanda de España en ese momento.

    Habrá que esperar que los expertos analicen todos los datos, como se nos ha prometido, con la exigencia a las autoridades de que si es realmente un atentado contra España, sea del tipo que sea, se pongan sobre la mesa todos los argumentos para dirimir responsabilidades personales, corporativas o generales, si las hubiera. Un susto de este tipo, al que hay que añadir las innumerables y cuantiosas pérdidas económicas no pueden quedarse en el olvido. Son miles los trabajadores que se quedaron sis completar su jornada ayer y son cientos las empresas que cerraron, algunas con productos sensibles que sin electricidad se convierten en inservibles.



    Editorial