Reconocimiento unánime

La Policía Local se vistió de gala con motivo de su festividad, la Virgen de la Amargura, su patrona. Los agentes participaron en un almuerzo de convivencia que estuvo antecedido de una misa celebrada en la parroquia del Salvador y una entrega de condecoraciones a quienes destacan por alguna de las heroicas acciones que pueden contar en el día a día. Se trata de los agentes más cercanos al ciudadano, aquellos de los que se acuerdan los jiennenses cada vez que ocurre cualquier contratiempo, y todos ellos, con excepciones ligadas a la personalidad de cada uno, se extralimitan en sus funciones para empatizar con las personas que más sufren, porque cuando alguien se ve obligado a dar un aviso a los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado es porque sucede algo que marcará, de alguna manera, su vida. La plantilla de la capital, mermada por la falta de medios económicos, aumentará en los próximos meses y, aunque las veintidós plazas convocadas serán bienvenidas, lo cierto es que se necesitan más en una ciudad en continuo crecimiento y con cada vez más retos relacionados con la seguridad. El compromiso del Ayuntamiento con la Policía Local es firme y, en este sentido, habrá que estar vigilantes para que no se escatimen esfuerzos a la hora de alimentar en material y formación a quienes velan por la seguridad de los ciudadanos arriesgando, en muchas ocasiones, su propia vida. La entrega de condecoraciones dejó constancia de los valores de entrega y sacrificio que conlleva una profesión no exenta de riesgos, un reconocimiento que tiene que ser unánime por parte de la sociedad jiennense, pero no sólo a los agentes, sino también a sus familias, que soportan dolorosas ausencias.