Preocupación por el precio
La Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, Expoliva, abrió con todo su esplendor para mostrar al mundo entero los avances de un sector clave para la economía jiennense que, en la presente edición, se presenta con aires de innovación y vanguardismo. Las administraciones públicas dejaron constancia de su implicación y su respaldo al tejido empresarial y cooperativista oleícola con su presencia en un recorrido por los expositores que cada vez es mayor, lo que demuestra la consolidación y el crecimiento de una feria que nadie se quiere perder. Una de las novedades es la incorporación del Pabellón Olivo Arena a la zona expositiva, un moderno edificio que aporta una imagen diferente a la de otros años y que es el fiel reflejo de los avances introducidos en tierras jiennenses. El aceite de oliva y la industria que genera alrededor su producción centró todos los foros en la jornada inaugural, con las fluctuaciones del precio como principal preocupación de los agentes allí congregados. Lo mismo sube, hasta el punto de provocar una reducción del consumo, que baja, lo que dificulta el equilibrio que necesitan los agricultores, que viven ajenos a una realidad manipulada por los grandes de la cadena. Estos vaivenes denotan, sin lugar a dudas, que el olivar tienen tantas fortalezas como debilidades que, en forma de retos y asignaturas pendientes, está obligado a superar más pronto que tarde. La batalla de la calidad está ganada, lo mismo que son grandes los pasos dados en la venta de producto envasado, pero falta dar el salto definitivo hacia la conquista de nuevos mercados para que el valor añadido se quede en casa sin tener que lamentar cómo los camiones cisterna benefician a otros países.