Esperanza de vida y población

    04 jun 2025 / 09:02 H.
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    Cada vez hay más población mayor de sesenta y cinco años, primero porque la pirámide está totalmente invertida y, segundo, porque la esperanza de vida va en aumento, afortunadamente. La estadística de la Organización de las Naciones Unidas apunta que el porcentaje de representación está actualmente en el 10 y, en 2050, llegará a una tasa del 16%. Se trata de un hecho global en el que influyen varios factores. Especialmente destacable resulta el descenso de la natalidad, en el que incide la planificación familiar, la urbanización y el acceso a la educación, que cada vez es más universal, pero también los avances médicos y la mejora de la calidad de vida. La provincia no es ajena a una realidad con aires de internacionalización, en la que resulta preocupante, aunque en menor grado que en otros rincones de España, la despoblación. No hay más que ver la merma de matriculaciones, año tras año, en pueblos y ciudades. Hay mecanismos para frenar la sangría en forma de reto demográfico. Una de las medidas radica en aprovechar los fondos ligados a las políticas de desarrollo rural y aprender a distribuir los recursos de forma asimétrica, de tal forma que las administraciones prioricen los territorios en los que la pérdida de población es más acusada en términos cuantitativos y cualitativos y destinen las ayudas al desarrollo de medidas de contención y atracción de nuevos pobladores. También es importante considerar los nuevos hábitos de trabajo y estilos como el teletrabajo, una oportunidad para la atracción de habitantes y la generación de riqueza en el terreno. La economía colaborativa y la digitalización, además de las infraestructuras de comunicación, cobran especial protagonismo.

    Editorial