España y Argentina rompen

    23 may 2024 / 09:00 H.
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    Al conjunto de procedimientos que regulan las relaciones internacionales, esas que se establecen entre los Estados que componen el tablero geográfico y político mundial, se le conoce como diplomacia. Y eso es exactamente lo que hace falta: diplomacia, diplomacia y más diplomacia para tender puentes y no destruirlos. Todo país que se precie y presuma de dignidad no puede ni debe permitir la falta de respeto. Lejos de eso, hay que censurarla. Cuando se pierde el respeto y las formas, también se pierde la razón y todo lo demás. Javier Milei, presidente de Argentina, sobrepasa esa línea, la de la falta de respeto, y lo hace con detractores, que es lo lógico, pero también con partidarios. Se olvida aquí un principio básico de la democracia, y es que Pedro Sánchez no es el presidente de los progresistas, lo es de todos los españoles, y todos los españoles deben exigir respeto para su máximo representante, acuerdos y desacuerdos con la acción de su Gobierno aparte. Para eso están las urnas. Democracia se llama, y es joven pese a los achaques de la edad. La memoria es corta, pero para eso está la hemeroteca. El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista, dio hace años una lección de democracia. Con ayuda del entonces Rey Juan Carlos I, defendió al expresidente José María Aznar, del Partido Popular, de los improperios que le dedicaba Hugo Chávez, presidente de Venezuela, en la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. Fue en 2007. Unidad de acción ante el odio es lo que hace falta para que el sistema funcione. Si no, estará abocado al fracaso. Los insultos no tienen que permitirse, el respeto es lo último que debe perderse para la vida en democracia.

    Editorial