El valor de la tolerancia

    26 jun 2025 / 08:45 H.
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    Ocurrió después del pregón del Orgullo, el viernes pasado, en pleno centro de la capital. Varias bofetadas y un empujón para agarrarle la cabeza y golpeársela contra el suelo, en repetidas ocasiones, por ser “maricón”. Es el testimonio de un joven que se vio obligado acudir ante la Comisaría de la Policía Nacional para denunciar algo que, a estas alturas del siglo XXI, no se puede permitir. Lo hizo después de ir al hospital, donde recibió once grapas de sutura en la cabeza. La ciudadanía, de forma unánime, está llamada a condenar cualquier agresión homófoba y, además, hay que hacerlo de manera individual por el bien de la colectividad. Los valores de la tolerancia y del respeto prevalecen en el pueblo jiennense, en contra de los discursos de odio que alimentan actos cuyos agresores no representan a los vecinos de esta ciudad. Tiene la víctima, en este sentido, todo el apoyo, la solidaridad y la mano tendida de una sociedad comprensiva y preparada para la convivencia y el cumplimiento de las normas básicas que rigen a la ciudadanía. No caben actos de violencia en un estado democrático y diverso, por el que tanto lucharon quienes nos antecedieron en el tiempo. Atentar contra la libertad, la dignidad y la integridad de alguien por su orientación sexual o identidad de género es totalmente inaceptable y merece la repudia y la condena más absoluta. Hay que ahondar, en este sentido, en el papel de la educación en las familias, en connivencia con la escuela, desde que los más pequeños de la casa tienen uso de razón. De la misma manera, resulta crucial que las víctimas denuncien, que hagan cómplice al territorio en el que se mueven y que las fuerzas de seguridad hagan su trabajo.

    Editorial