Diputación y mundo rural
El equipo de Gobierno de la Diputación Provincial de Jaén se reunió, al completo, para hacer una reflexión en el devenir de los tiempos y destacar el camino andado en el ecuador de la legislatura municipal. El balance de la gestión, a ojos del presidente, Francisco Reyes, es inmejorable, con el cumplimiento de la hoja de ruta que va más allá de las competencias de la Administración más cercana a los ayuntamientos, imprescindible en una provincia en la que el mayor porcentaje de su población reside en el mundo rural. Los jiennenses pudieron comprobar durante la pandemia del coronavirus cómo esta institución fue la que más ayudó a quienes necesitaban una mano amiga en momentos de soledad. El problema está cuando la política impera sobre el interés general y las prioridades no son, precisamente, las del común de los mortales. Los ciudadanos tienen que percibir que la Diputación está para todos los municipios, tanto si están gobernados por las siglas del actual equipo de Gobierno como si dirigen la batuta las de la oposición. La gestión de este organismo público es clave para el territorio, con ayudas que fijan a la población a los pueblos y que generan empleo entre la población que más difícil tiene el panorama para encontrar un puesto de trabajo: los jóvenes y las mujeres. Encontrar el equilibrio no es fácil, pero ese es el camino marcado, con la equidad por bandera y la balanza inclinada siempre hacia las prioridades absolutas. La connivencia con el resto de administraciones públicas es clave, de la misma manera, para avanzar en grandes proyectos que contribuyan a cambiar el modelo producto de una provincia con excesiva dependencia del monocultivo del olivar.