EDITORIAL

Es complicado saber con certeza qué hubiera pasado si la población valenciana hubiese recibido la alerta de la llegada de una Depresión Aislada de Niveles Altos (DANA) de desastrosas consecuencias con tiempo suficiente como para estar prevenidos. Está claro que resulta complicado parar la fuerza de la naturaleza, pero, quizás, hoy en día estaríamos hablando de una cifra de personas fallecidas en tan terribles circunstancias bastante inferior a la registrada. Es importante que la Justicia depure responsabilidades, no sólo por tranquilidad de las familias afectadas, sino también en forma de lección ante otras posibles ocasiones que se pueda producir, en cualquier lugar de España, algo parecido, porque está claro que esta es una de las consecuencias del cambio climático. Algo falló para que, cuando el agua inundaba las calles, empezaran a sonar las alarmas en los dispositivos telefónicos de la ciudadanía.
Nadie ha dimitido, por el momento, ante una gestión poco acertada en la que está claro que quienes tienen representación institucional y competencias en Valencia no estuvieron a la altura de las circunstancias. Saber lo ocurrido será lo mínimo para reconocer a las víctimas. Seis meses después de aquel terrible episodio, los daños son evidentes en pueblos totalmente arrasados, donde cuesta recuperar una normalidad que siempre será distinta. Sin embargo, lo material llegará el momento de que quede compuesto, pero la tragedia humana resulta insalvable. El recuerdo de quienes vivieron el desastre natural más grave de este siglo será imborrable y, en este sentido, los valencianos necesitan que se haga justicia. Ni que decir tiene que hay que centrarse en la reconstrucción, pero la reparación de los daños de casas, plazas, calles, comercios, garajes o carreteras no puede ser una cortina de humo para ocultar lo verdaderamente importante: las personas damnificadas. Tienen derecho a saber lo que ocurrió y a depurar responsabilidades si, finalmente, los jueces consideran que existió una cadena de errores. Nadie está libre de una catástrofe como esta.