Constante lucha contra el fuego
Andalucía vuelve a registrar una jornada pasada por la ola de calor, en la que la Agencia Estatal de Meteorología activa el aviso naranja en zonas de las provincias de Córdoba, Jaén y Sevilla, y el amarillo en partes de Cádiz, Granada y Huelva. Así es desde que comenzó el verano, prácticamente, con treguas durante el mes de julio que hicieron más llevadera la estación del año más complicada para las personas mayores y para quienes tienen alguna complicación de salud. Las temperaturas superan los cuarenta grados y la advertencia se prolonga durante varios días más, aunque baja la intensidad. Uno de los principales riesgos está en el campo, con peligro constante de incendio que hace que los ciudadanos se vean obligados a cumplir la normativa vigente y ser extremadamente cuidadosos. Cualquier colilla de un cigarro mal apagado puede tener consecuencias desastrosas, lo mismo que encender un fuego, por pequeño que sea, en esas improvisadas barbacoas que están prohibidas. Las administraciones públicas con competencias en la materia no pueden escatimar en esfuerzos a la hora de invertir en medios materiales y humanos para intentar frenar los fuegos y, sobre todo, poder combatirlos cuando ya resultan imparables. La polémica desatada en el seno interno del Infoca debe terminar en el refuerzo de un sistema convertido en un instrumento para hacer política en Andalucía. Las condiciones laborales de los agentes que se juegan la vida por salvar la de los demás tienen que ser lo más dignas posibles y, en este sentido, ahí no caben medias tintas ni raseros de medir subjetivos, sino reales y objetivos.