Apoyo unánime de la sociedad

    25 oct 2025 / 09:46 H.
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    Una técnica de cuidados auxiliares de Enfermería fue la última víctima en la provincia de una agresión en su puesto de trabajo, una situación límite que terminó con una amenaza de muerte, que nadie puede permitir y que hay que condenar de forma unánime. Nada tienen que ver los profesionales con la situación que atraviesa la sanidad pública y, aunque es normal que se produzcan tensiones cuando lo que está en juego es la salud de las personas, la violencia nunca está justificada. El Hospital San Agustín de Linares acogió ayer una concentración en la que la mujer agredida recibió el apoyo y la solidaridad de autoridades, el equipo directivo, organizaciones sindicales de la Junta de Personal así como compañeros de diferentes departamentos. Es la única manera de alzar la voz contra actitudes que resultan totalmente intolerables y que no deben tener cabida en la sociedad jiennense. El respeto tiene que primar por encima de todo, de tal forma que siempre hay una vía de solución a través del diálogo y la negociación. Está claro que no basta con acciones formativas y talleres con la participación de agentes policiales para preparar a los sanitarios y no sanitarios frente a este tipo de situaciones. El Plan de Prevención y Atención Frente a Agresiones es un instrumento necesario que, sin embargo, tiene que estar acompañado de vigilancia profesionalizada suficiente en hospitales y centros de salud. Las víctimas de agresiones, tanto hombres como mujeres, requieren todo el respaldo posible y herramientas para superar un mal trago al que se tendrán que enfrentar durante toda su carrera, porque es complicado obligar un episodio violento en un día a día con cada vez más tensión.

    Editorial