Trabajo y autodisciplina

    21 abr 2025 / 17:12 H.
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    Trabajo y autodisciplina

    Enciendo el televisor de los recuerdos y sintonizo mis años de adolescencia; veo a mi madre diciéndome: “Javierito, no se puede estirar los pies donde no cubre la sábana”. Qué aleccionador eufemismo. Leo en el periódico que los jóvenes se quejan de no poder adquirir una vivienda debido a sus bajos sueldos y tener que enfrentarse a una hipoteca con un, afortunadamente, bajo interés. No hace tantos años, la clase obrera firmaba hipotecas de hasta un 16 % y conseguían ser propietarios. ¿Cuál era el secreto? Priorizar la obligación a la devoción, privándose de gastos suntuarios. Voluntad de hierro, una disciplina prusiana para poder lograr el gran objetivo: Un piso en propiedad. No es exagerado afirmar que hogaño no renuncian a nada ya que sus mentes han sido inoculadas por un perenne carpe diem que los sitúa en una eterna adolescencia esperando que el maná baje del cielo. Palabras como esfuerzo, privación, perseverancia, no figuran en su diccionario y a buen seguro desconocen el significado de: “No se construyó Roma en un día ni se conquistó Zamora en una hora”. Saben mucho de muchas cosas pero ignoran lo más importante: afrontar la vida con las dificultades que entraña. Trabajo y autodisciplina.

    FRANCISCO JAVIER SÁENZ



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