Otra pandemia

    27 oct 2025 / 08:26 H.
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    La malnutrición ya no significa solo hambre. Por primera vez, la obesidad supera al bajo peso como forma de malnutrición entre niños y adolescentes en el mundo. Una tragedia silenciosa que se alimenta de ultraprocesados baratos, convertidos en la única opción accesible para millones de familias en un contexto de creciente pobreza. Paralelamente, la diabetes avanza sin freno: más de 500 millones de personas la padecen y casi la mitad lo ignora. La conexión es clara: cuando el precio de los alimentos saludables sube sin cesar y el bolsillo se vacía, la pobreza empuja hacia dietas insanas. La tormenta perfecta está servida: menos trabajo, menos ingresos, menos acceso a comida sana, y más dependencia de ultraprocesados que llenan pero enferman. Obesidad infantil y diabetes adulta son, en realidad, síntomas visibles de un fracaso estructural. Un fracaso que interpela a la clase política, al sistema sanitario y a una sociedad que, cómodamente instalada en la indiferencia, prefiere mirar hacia otro lado. La pregunta es inevitable: ¿hasta cuándo seguiremos ignorando esta pandemia que no solo compromete la salud, sino también el futuro social y ambiental del planeta?

    PEDRO MARÍN / ZARAGOZA

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