La Magna que colapsó Jaén
Lo vivido el pasado día 4 en Jaén será difícil de olvidar por diferentes motivos. El caos estaba servido bastantes días antes de esa Magna del Rosario que congregó en la capital a miles de religiosos y simpatizantes. Una procesión extraordinaria de múltiples hermandades en lo que se denominó Magnum Rosarium Spei. Más de 20 pasos procesionaron por un recorrido oficial hasta la Catedral que colapsó Jaén en tráfico y servicios. Evento histórico por la grandeza de esta multitudinaria “Semana Santa” de un solo día, encarcelando a una ciudad entera que quedó atrapada en calles, en parking, en vehículos... donde algunas terrazas de bares tuvieron que ser desmontadas de forma forzosa y donde circular era una pesadilla que muchos recordarán de por vida. Sin duda, esta celebración Jubilar no tuvo fisuras más allá de lo meramente organizativo ante algo desconocido que mermó a muchos jiennenses de su vivir diario y cotidiano. Hubo música, lágrimas y rezos. Emotiva celebración frente al Ayuntamiento, que hizo lo que pudo, poniendo y facilitando ideas creativas para que ese caos del que hablo fuese lo menos dañino para la población que no comulga con este tipo de actos y que se vio envuelta en perjuicios de libertad. Habría que preguntarse si Jaén está preparada para grandes eventos y la respuesta es no. Ni protección civil, ni Policía Local ni todo lo desplazado en seguridad, pudieron parar a más de 50.000 personas que desde la provincia quisieron estar cerca de sus imágenes. Las dos grandes arterias, Avenida de Madrid y Paseo de la Estación se quedaron totalmente obstruidas. También las calles aledañas al centro de la ciudad. Sentimientos contradictorios en cada una de las personas, unas por devoción y otras por desesperación. Ni siquiera el vídeo de Julio Millán “coordinando” al estilo Pedro Sánchez pudo evitar una magna indignación, un caos histórico y una paralización de la capital. No faltaron los incidentes, atropellos múltiples, heridos y detalles algo escatológicos por falta de baños que acogieran las necesidades de los desplazados. Detalles que el alcalde no dijo en Canal Sur en su “superpreparado” organigrama, según el regidor municipal capitalino, del que no dudó en afirmar fallos por ignorancia y desconocimiento. Fallos que sumieron a Jaén en un inmenso laberinto sin entrada ni salida. Éxito en lo meramente religioso de principio a fin y fracaso absoluto en el acogimiento de miles de personas que sólo encontraron trabas de todo tipo en su caminar. Como los grandes eclipses, la Magna sólo se vive una vez en la vida y la del sábado se recordará por el caos y el colapso que sufrimos en Jaén, donde la jornada terminó con un motorista fallecido, DEP, y varias visitas al hospital. Gracias por el esfuerzo de protección civil, de las fuerzas de orden público y suspenso enorme a la falta de previsión que los hermanos de la provincia sufrieron en nuestras calles. Una fiesta religiosa que colapsó Jaén. Aprendamos de esto.
RAFAEL ORDÓÑEZ MARTÍNEZ
