La crisis silenciosa de la agricultura

    16 dic 2025 / 08:28 H.
    Ver comentarios

    La agricultura, pilar fundamental de nuestra sociedad y de nuestra seguridad alimentaria, atraviesa hoy una tormenta perfecta que amenaza su supervivencia. A pesar de cosechas que en ciertos años alcanzan rendimientos históricos, los agricultores se enfrentan a precios en origen tan bajos que no cubren los crecientes costes de producción.

    El problema tiene raíces profundas: la entrada masiva de cereal extranjero —a menudo procedente de mercados con menos exigencias sociales o ambientales— distorsiona los mercados europeos. Esa competencia desleal hunde los precios del grano nacional, dejando a muchos productores atrapados en una rentabilidad negativa. Los costes —fertilizantes, insumos, mantenimiento, etc.— han subido de forma constante en la última década, mientras los ingresos reales del agricultor caen. La consecuencia es más que alarmante: miles de hectáreas abandonadas, explotaciones familiares condenadas al cierre, y un éxodo silencioso que deja al campo envejecido y sin relevo generacional.

    Hoy, la agricultura ya no es fuente de esperanza; es sinónimo de incertidumbre, de esfuerzo en vano, de desorientación. Muchos trabajadores del campo sienten que producen “para regalar”: el cereal se cosecha, pero los ingresos no llegan. Frente a esta realidad, las organizaciones agrarias exigen medidas urgentes, ayudas directas, regulación de importaciones y una defensa decidida del cereal producido en España.

    Si queremos que exista un futuro agrícola, si queremos asegurar el sustento propio y la soberanía alimentaria, no basta con discursos: hacen falta decisiones. Esta crisis no es una mala campaña más; es un aviso rotundo de que la supervivencia del mundo rural pende de un hilo. Es hora de actuar.

    PEDRO MARÍN USÓN / ZARAGOZA

    La vergonzosa “Eurosinvisión”

    El ganador de Eurovisión 2024, el suizo Nemo Metter, ha devuelto su trofeo, porque, dice, la ONU ha declarado que Israel ha cometido un genocidio, pero se le sigue permitiendo participar en una Eurovisión “que dice apoyar la unidad, la inclusión y la dignidad para todos”. Literalmente, es difícil concebir hoy una mentira más sangrienta que la de esa “Eurosinvisión”.

    MARÍA FAES RISCO / MADRID

    Posible próxima guerra mundial

    Encuestas en este 2025 en EE UU y España, Francia y Reino Unido muestran que en todos estos países una mayoría de hasta el 65% en EE UU creen posible una tercera guerra mundial en 5 y 10 años. Ahora, nada menos que el jefe de la OTAN, Mark Rutte, desde Berlín, advierte que podríamos padecer una guerra “como la que sufrieron nuestros abuelos y bisabuelos”, contra Rusia. Hay quienes califican este aviso de “cruel”, creyendo que la culpa sería de EE UU; los más sensatos creo que tendrían que prepararse para que no empiece, o nos dañe lo menos posible.

    JAUME MIT PAU / BARCELONA

    Cartas de los Lectores