Jaén es una gozada
Recientemente he visitado Jaén con mi familia. Ha sido una experiencia maravillosa porque he descubierto unas gentes extraordinarias, encantadoras, serviciales, simpáticas y un cariño que les sale de dentro del corazón. Una ciudad que no te puedes perder porque te acompaña un servicio de taxis excelente. Los bares son lugares a destacar, con todo lo que pides acompañado de una buena tapa de todas las clases y bien servidas por camareros muy simpáticos que saben dónde están y lo que hacen. Una cerveza a bajo coste con buena tapa incluida. Los restaurantes también tienen precios económicos. Y los monumentos visitables cuentan con guías excelentes. La catedral, su fachada, es una maravilla. No me sorprendió, pues ya la conocía, pero quiero desde estas líneas decirlo porque me siento obligado. Ha sido una visita inolvidable a Jaén, Úbeda, Linares, Baeza... Extraordinaria. De pena penita pena el tren de Jaén a Córdoba o de Córdoba a Jaén. ¡Ay qué políticos! Los jiennenses se merecen mejores combinaciones y un buen enlace hacia Córdoba y Madrid. A todos nos vendría mejor para disfrutar de ese Jaén extraordinario. Bueno, quiero despedirme diciéndoles gracias y que sigan así.
FÉLIX HERCE / CALAHORRA
Gafas de la discordia
El todavía presidente de España es capaz de cualquier cosa con tal de desviar la atención de los feos asuntos que le rodean. Compareció en el Senado por el caso Koldo y se burló de todo y de todos con una chulería propia de negocios turbios y prepotentes. Quizá se le olvidó que estaba obligado a decir la verdad y de no ser el payaso del circo que él mismo montó. No contestó a nada. El “ y tú más “ y la falta de memoria fueron sus aliados. Entre risas jocosas, movimientos de papeles que consultaba sin parar para luego decir “ no me consta” y ataques permanentes a la oposición, pasaron cinco horas de triunfo para algunos y de indignación para otros por la falta de respeto y desprecio a esta Comisión del Senado. Algo impropio de un presidente de Gobierno y de cualquier primer ministro europeo el espectáculo que el señor Sánchez interpretó como si tuviese demencia senil, sin saber dónde trabajaba su gerente ni haberse reunido ni conocido nunca a Aldama cuando hay pruebas que así lo acreditan. Si reconoció haber cobrado sobres en metálico de forma legal, algo que la UCO y el Tribunal Supremo no tiene tan claro porque las cuentas no cuadran y porque la portavoz del PSOE aseguró hace pocas fechas la no existencia de una caja B y que sólo se hacían transferencias. Pero al final, y como gracieta de protagonista, el primer gobernante español, con permiso de Puigdemont, introdujo en su comparecencia unas lentes de presbicia con una sola intención, ser el titular de prensa al día siguiente. Unas Dior de alta gama que lució en sus manos más que en sus ojos. No se si veremos la luz al final de este túnel político, pero el señor Sánchez si que ve con claridad como se ríe de los españoles, de los jueces y de los periodistas. Queremos ver su final y que pague todo lo que presuntamente está defraudando. Con o sin las gafas de la discordia, debe convocar elecciones y marcharse camino de... Los jueces decidirán.
RAFAEL ORDÓÑEZ MARTÍNEZ