Hoy, once de mes

    12 jul 2025 / 08:54 H.
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    Hoy, once de mes, escribo en honor de la Virgen de la Capilla, Patrona de Jaén y Alcaldesa Mayor de esta ciudad. Y escribo con especial devoción pues todos los once de cada mes recordamos la gracia que tuvo Jaén con el glorioso Descenso de la Virgen María, allá por el año 1430,
    para socorro y amparo de todos nuestros mayores.

    Hoy once de mes de julio, se celebra en la Iglesia Católica la festividad de San Pío I, décimo Papa de la Iglesia. Y esta circunstancia ha cobrado especial relieve estos meses pasados cuando se ha celebrado el cónclave para elección del nuevo Sumo Pontífice tras el fallecimiento del Papa Francisco. Mientras se sucedían los acontecimientos propios de un momento histórico de este calado, se iban intercalando en las contertulias, debates y artículos periodísticos, diversas noticias relacionadas de una y otra forma con las exequias del Papa, el entierro y la elección del nuevo regidor de la Iglesia. Y se ha dado la circunstancia de que una de las informaciones que mas se han difundido en nuestra ciudad es el hecho de que uno de los tesoros que alberga nuestra Catedral es el de albergar los restos de décimo Papa de la historia; los restos de Pío I. Como se ha publicado en diversos medios, la Catedral de Jaén, dedicada a la Asunción de la Virgen, es uno de los máximos exponentes del Renacimiento español y es emblema de nuestra ciudad y aún de la provincia; destaca por su arquitectura, tanto exterior como interior, por ser la Catedral que fijó los elementos esenciales de la planta de las catedrales hispanoamericanas, por sus elementos escultóricos como la sillería del coro, por poseer la reliquia del Santo Rostro, y destaca por poseer nada más y nada menos que los restos de un Papa de Roma; Pío I. Este Papa, según el “liber pontificalis”, que es una compilación de biografías de los Papas iniciada en el S. VI, era originario de Aquileia, en Italia, y fue quien fijó la fecha de la celebración de la Pascua de Resurrección, tal y como hoy la conocemos. Pío I no tuvo ninguna relación con Jaén, Sus restos llegaron a la Catedral en 1793 por una petición de D. Agustín Rubín de Ceballos, Obispo de Jaén e Inquisidor General, miembro del Consejo de Carlos III y uno de sus albaceas testamentarios. Parece ser que el obispo pidió al papa Pío VI una reliquia para la capilla que estaba construyendo, y Pío VI, le mandó desde la Basílica de San Pedro la reliquia de Pío I. D. Agustín fue el que costeó el retablo y demás enseres de la capilla donde se encuentran las reliquias de este santo Papa. Aunque falleció en Madrid, quiso ser enterrado en la referida Capilla de San Eufrasio
    de nuestra Catedral.

    Sería conveniente que se hiciese hincapié por parte de la Iglesia de Jaén, en difundir y defender la veracidad de esta noticia, que es impresionante en sí misma, y ensalzar y mostrar que efectivamente en nuestro primer templo de la Diócesis están los restos de un Papa. Porque tal y como está ahora parece mas bien escondidos, como si no quisieran creer que los restos de Pío I estuvieran en Jaén. Quizás haya quien piense que hablando de Pío I, el Papa enterrado en la Catedral de Jaén, no estoy hablando de temas relacionados con la Virgen de la Capilla, y no tenga nada que ver este tema con el título de esta carta, “Hoy, once de mes”. Pues podría ser vedad si no fuera por la circunstancia de que los restos de Pío I están en un hermoso sarcófago de la Capilla de San Eufrasio, al fondo de la Catedral, la primera capilla de la izquierda. Pues resulta que esta capilla está presidida por un retablo neoclásico, y en la pared del testero cuelga un el majestuoso cuadro de la Virgen de la Capilla, anónimo del siglo XVIII, de 261x161 centímetros, que representa a la Virgen en su Camarín de San Ildefonso, tal y como lucía hace tres siglos. El Camarín está representado en este cuadro con una magnifica policromía; se representan de modo admirable las esculturas y relieves del Camarín, las cuatro grandes columnas salomónicas y la pintura de la Visitación de la Virgen en la parte superior de la escena, y en el centro, la Virgen ataviada con un manto blanco con flores bordadas de diversos colores, el Niño aparece con ataviado igualmente con un pequeño manto a juego, la Corona es dorada con ráfagas. Merece la pena visitar la tumba de Pío I, y rezar ante su altar, y admirar este fantástico cuadro de la Patrona de Jaén en el primer templo de nuestra diócesis. Virgen querida de la Capilla, Madre de los jiennenses, consuelo de tus hijos del Santo Reino. Bendita seas entre todas las mujeres, y bendita seas entre todos los hombres. Tú, que quisiste venir a Jaén para socorro de nuestros mayores. Rogad por nosotros.

    MIGUEL SÁNCHEZ-GASCA / Jaén

    La odisea de la gota (parte 1)

    Un punto, diminuto y sin apenas dimensiones, vivía en la mitad de una línea. Era una pequeña gota de tinta, oscura y sombría. Harta de verse siempre recluida en la misma línea, aburrida y sin emociones, un buen día decidió romper sus propios límites y emprender un largo viaje por la línea hacia el extrarradio, hacia el infinito. A pesar de que los espacios vacíos la aterraban, la valiente gotita abandonó la seguridad en la que vivía y se dirigió, expectante, por una radial en dirección a la inmensidad del papel en blanco. La gota se sintió como una astronauta viajando por ese espacio blanco, flotando sin gravedad. Dibujó maravillas que brotaron como por arte de magia en el papel. ¡Era un viaje emocionante! Del papel en blanco, con una gota de tinta, afloraron: un cielo de color verde, nubes de algodones de azúcar, un mar de cristal con olas de serpientes, árboles de hojas dulces, volcanes echando humo, rostros asimétricos, montañas en forma de pirámides, flores como si fuesen estrellitas brillantes...

    ANA CACHINERO / Jaén

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