Falta de responsabilidad
Falta de responsabilidad
Los numerosos incendios están aflorando comportamientos políticos erráticos. El fuego no suele traer cosas positivas, pero en esta ocasión los incendios comienzan a despertar el malestar de la sociedad, afortunadamente. Se está colocando en el centro del debate entre los ciudadanos una pregunta. ¿El sistema autonómico es un instrumento de organización del estado que debe ir reduciéndose a la mínima expresión? La descentralización de las diferentes prestaciones de las instituciones ¿son eficaces para dar respuesta a las necesidades de la sociedad?
Desafortunadamente, estamos observando que no están sirviendo para ofrecer y dar un mejor servicio a los ciudadanos. Los incendios, que están asolando, sobre todo el norte y el este de nuestro país, confirman una deplorable gestión de todas las administraciones del estado. Tal vez están siendo los pequeños ayuntamientos, con sus responsables, los que están respondiendo de manera real y eficiente a los vecinos. El resto de las instituciones, en estos incendios, están dejando mucho que desear.
En vez de aunar esfuerzos entre todas las administraciones, apartando las diferencias políticas, estamos contemplando un espectáculo político deplorable. El reparto de las prestaciones sociales entre las diferentes administraciones y estas a su vez lideradas por diferentes formaciones políticas están siendo una gran dificultad, en este caso para apagar los incendios. Las numerosas administraciones existentes que han conllevado la descentralización de las competencias más importantes están demostrándose no eficaces.
Las “batallas” políticas o lo que es lo mismo la politización de los incendios tiene víctimas. Todos y cada uno de los ciudadanos que han perdido sus propiedades y lo que es más grave. La pelea política ha llevado a una desatención en estos incendios que han supuesto varias personas fallecidas, abrasadas por las lenguas de fuego asesinas.
No tengo una bola mágica, pero en octubre el debate sobre los incendios se habrá “apagado”. Como ocurrió con las víctimas del volcán de la Palma o más recientemente con todas las víctimas de la “gota fría” de Levante.
FERNANDO CUESTA / VITORIA
Exijamos a los políticos para que tomen conciencia
Cuando cae o entra en crisis el gobierno o el régimen social que produce la estupidez colectiva, la gente se puede liberar de ella y del dolor que les empieza a generar la contradicción entre sus pensamientos y sus actos.
No entiendo, quizás sea muy torpe, al ver en nuestro parlamento a nuestros representantes faltándose el respeto, subiéndose los sueldos y dietas cuándo les viene bien y con el beneplácito de todas sus señorías.
Por qué no aúnan esfuerzos todos los grupos políticos y solucionan los problemas cotidianos de subsistencia al pueblo, apagones de luces, inundaciones, incendios, problemas graves en nuestro sistema ferroviario, sufridos por miles de españoles esperando muchas horas para que los trenes llegaran a su destino, y para colmo la inmigración; total un verdadero desastre en la gestión de nuestro país.
Pensemos que no basta con subvenciones controladas, a familias que verdaderamente lo necesiten, sino que hay que crear puestos de trabajo, ayudar a las pequeñas y medianas empresas, que dan de comer a muchas familias, facilitar a capitales extranjeros y nacionales para que inviertan en industrias y fomenten la riqueza en nuestro país.
No me olvido de nuestra juventud, tan mal tratada, y que deberíamos cuidar con la mayor presteza e impedir por todos los medios que se nos vayan a otros países. Tenemos una parte de ella, extraordinariamente formada en ingenierías, sanidad, investigación de todo tipo etc. y en vez de invertir en ellos y pagarles como merecen, por sus capacidades y esfuerzo; después de haberlos formado aquí e invertir en su formación, somos tan memos que se aprovechan otros países de su formación, a coste cero para ellos. Por favor reaccionemos de una vez por todas y exijamos a nuestros políticos para que tomen conciencia de que están al servicio del pueblo.
JOSÉ RAMÓN TALERO ISLÁN
Los Presupuestos Generales del Estado, bloqueados
Los Presupuestos Generales del Estado se han convertido en un problema recurrente de nuestra democracia. Tras dos años prorrogados, todo indica que seguiremos atrapados en la misma dinámica.
El procedimiento actual, en el que el Ministerio de Hacienda centraliza la elaboración de las cuentas para presentarlas primero en Bruselas y después en el Parlamento, contribuye a su bloqueo. ¿Por qué no permitir que cada ministerio presente directamente sus números en el Congreso y defienda sus prioridades ante la ciudadanía? De esta manera, conoceríamos mejor los objetivos de cada departamento y algunos podrían incluso recibir el respaldo parlamentario, en lugar de quedar atrapados en el “todo o nada” del paquete global.
Resulta difícil imaginar que unas Cortes que han aprobado dotaciones para atender enfermedades graves como la ELA pudieran negarlas si se votaran de forma específica.
Lo que falta no son soluciones, sino voluntad y creatividad en una clase política demasiado aferrada al “siempre se ha hecho así”. Es hora de explorar fórmulas que permitan mayor consenso y, con ello, más bienestar para la ciudadanía.
PEDRO MARÍN USÓN / ZARAGOZA