España arde y el Gobierno de vacaciones
España arde y el Gobierno de vacaciones
Este verano está mostrando su lado más oscuro. Los incendios, que no se han apagado en invierno limpiando los montes, están siendo una gran preocupación que, además se ha “llevado por delante”, en principio a tres vi das humanas. Sin olvidarnos de las numerosas cabezas de ganado y animales que han sido pas-to de las llamas. Lo mismo a sucedido con muchos hogares que las llamas han arrasado la historia de muchas familias que las habitaban. El fuego se ha llevado un pedacito de su vida y que no será la misma.
Los incendios no deberían ser motivo de ninguna sorpresa. Las sorpresas, en este caso solo están reservadas a los afortunados en los sorteos del euromillones o la ONCE. Los incendios, siendo un gran problema, se han convertido en algo habitual.
Un verano, en España, no es verano, si no se abren los chiringuitos de la playa, a los que añadir, desgraciadamente, si no hay incendios tampoco es verano. Año tras año ocurre lo mismo, fuegos, fuegos y fuegos por los cuatro puntos cardinales de la geografía del país. Si comparásemos una foto del verano de hace unos años con la de ahora veremos lo mismo. Fuego, incendios y lo que es más triste víctimas de las llamas que encierran dolor y muerte. Este año los incendios han contribuido a emerger la incompetencia del Gobierno de España. Ha mostrado su incapacidad de ponerse al frente de la emergencia a causa de los incendios. Al contrario, como ocurrió en la dana, de Levante, está intentando obtener réditos políticos señalando la inoperancia de las Comunidades Autónomas. Pero se olvida de la legislación vigente. “La Ley de Protección Civil del 2015 recoge que “todos los residentes en el territorio español tienen derecho a ser atendidos por las Administraciones públicas en caso de catástrofe”.
Como se puede comprobar no especifica qué clase de Administraciones lo que obliga a la administración central a responder a las necesidades que emanan de los incendios. Algo que como se puede ver no se hace. Al contrario. Desde el Gobierno se indica que “si las Comunidades Autónomas necesitan ayuda que la soliciten”. La violación de la ley por quien tiene que cumplirla está suponiendo esfuerzos añadidos en poder apagar los incendios.
FERNANDO CUESTA / Vitoria
Lo irremplazable
Proteger la vida, llorar la muerte, celebrar los éxitos y los nacimientos... Son gestos que pertenecen únicamente a los seres humanos. Ninguna herramienta artificial puede sentirlo, y es probable que jamás lo logre. Son reacciones bioquímicas que nos dan alegrías y disgustos, formando parte del tejido común de nuestra especie, sin distinción de etnia, religión o cualquier otra diferencia. Hoy, ante los avances tecnológicos y el temor a que desaparezcan empleos, conviene recordar que no es la primera vez que la humanidad vive un cambio de esta magnitud. La industrialización fue un ejemplo claro: trajo progreso, pero también miedos. El problema está en no acompañar esos cambios con educación y conocimiento para todos. Esa desigualdad es la que alimenta temores, más que la innovación misma. En realidad, las mayores amenazas para las sociedades no provienen de las máquinas, sino de los intereses de quienes concentran el poder. Como siempre, poderoso caballero es don dinero, con o sin tecnología. Y si la democracia es el escudo que hemos elegido para protegernos, ¿recuerda estos miedos? ¿O los olvida hasta que es tarde?
PEDRO MARÍN USÓN / ZARAGOZA